GESTIÓN

El 2024 de Jorge Macri: un declive en la hegemonía del PRO en la Ciudad

Errores propios y circunstancias ajenas pusieron en evidencia a una gestión que acumula fracasos. Acuerdos a nivel nacional con La Libertad Avanza, el PRO como tercera fuerza y un Intendente al que le quedó grande el ejecutivo porteño y la herencia amarilla.


El jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Jorge Macri, atravesó su primer año de gestión con una cantidad de conflictos seguramente mayor a la que cualquier otro representante del partido amarillo haya pasado en su estadía en el ejecutivo porteño. Las circunstancias no ayudaron y la falta de maniobra política encaminaron hacia un recuento negativo en la conducción del ex Intendente de Vicente López. 

Recapitulando, el primo del ex presidente Mauricio Macri se impuso por un margen mínimo en la interna ante el radical (actual titular del partido centenario) Martín Lousteau. Las dudas sobre su capacidad, incluso con críticas por el salto de jurisdicción, y el desgaste de una hegemonía en los tiempos modernos del PRO en el distrito, ya marcaban por ese entonces un camino que no sería de rosas al llegar a Uspallata. 

La derrota del PRO en el plano nacional, la pérdida contundente de su base electoral, una necesidad inevitable de acordar con La Libertad Avanza, en conjunto con las dificultades propias de gobernar la Capital Federal y competir con la herencia del macrismo y el larretismo, fueron demasiado para la poca espalda y un saco que le quedó grande al ex dirigente bonaerense. 

Entre las deudas, el principal eje sin dudas está puesto en materia de seguridad. A pesar de cambiar de nombres en las distintas cúpulas de las fuerzas locales, 15 fueron las fugas que tuvo la gestión de Jorge Macri de las distintas alcaldías de la Ciudad. Coronando esta situación con los 17 presos que escaparon este 23 de diciembre de una Comisaría de Liniers. 

Los números en la materia son alarmantes. A lo largo del último mes, se fugaron 11 presos alojados en la Alcaidía 4Bis, situada en Barracas, y repitieron el procedimiento dos detenidos de la cárcel de Contraventores de la Ciudad de Nueva Pompeya, quienes se escaparan luego de forzar una reja.

A raíz de la falta de respuestas y la seguidilla de actos que evidenciaron la incapacidad del sistema penitenciario local, desde el GCBA desplazaron al jefe y subjefe de la Policía de la Ciudad, Pablo Kisch y Jorge Azzolina, que fueron reemplazados por Diego Casaló y Carla Mangiameli, respectivamente. 

Transporte. El Gobierno porteño habilitó a principios de diciembre un nuevo sistema de pago para los usuarios que podrán abonar el boleto con celulares, tarjetas de crédito y débito. La iniciativa tiene como objetivo facilitar este proceso, marcar un avance en tecnología y fomentar la competencia. No obstante, por el momento, las reformas no alcanzan a todas las estaciones y el flamante sistema llegó para solucionar un conflicto que los pasajeros no tenían, a diferencia del valor del servicio y sus constantes incrementos durante el año. 

Como contrapartida, los trabajadores del subte, nucleados en la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro (AGTSyP) continúan con los reclamos advirtiendo las condiciones inhumanas en las que desarrollan sus tareas. Según informaron, desde 2018 fallecieron cuatro operarios a raíz de la presencia de asbesto en las formaciones y ya son 107 los afectados por la exposición a este producto. 

Además, en conjunto con las demoras o las formaciones que quedaron detenidas con pasajeros en medio de estaciones, también encabezaron medidas de fuerza para denunciar la presencia de sarna en la red de subterráneo, más precisamente en la Línea B. Desde la empresa Emova se desentendieron de este último reclamo y respondieron que trabajan en un plan integral de desasbestización, aunque los resultados no están a la vista, en un nuevo déficit que acompaña a la gestión local. 

Espacio público. Las personas en situación de calle aumentaron en un 35 por ciento este año en la Ciudad de Buenos Aires. Las políticas del Gobierno de la Capital Federal lejos de acompañar y solucionar la problemática, desarrollaron operativos "de limpieza" para expulsar y estigmatizar a quienes padecen no tener un hogar. 

Las cifras oficiales marcan que en noviembre del 2023 habia 3286 personas en situación de calle, y en el mismo mes de este año se registraron 4416. Lo que representa un incremento considerable desde la llegada de Javier Milei a la Casa Rosada y de Jorge Macri al Gobierno porteño. 

En medio del crecimiento de la pobreza y el aumento de la crisis, desde los canales oficiales de comunicación destacaron supuestos operativos de limpieza donde mostraban un "antes y después" en el que eliminaban a las personas que dormían en la via pública. Luego, tras el repudio generalizado, el propio jefe de Gobierno consideró que fueron posteos "desafortunados". 

Esta lucha por recuperar el espacio público se trasladó a diferentes ámbitos como el combate con los manteros, mayormente centrado en el barrio de Once y la política contra los cortes de calles, una de las banderas de Macri en su primer año, tras la reducción de las protestas. 

Año electoral. Distanciado de los refentes de La Libertad Avanza en el distrito porteño y con los castigos de un año que escaló en decepciones, Jorge Macri tendrá que encarar un año de comicios de medio término en el que deberá definir si acercar posiciones con Karina Milei o poner en juego la hegemonía del PRO en la CABA. 

El titular del partido amarillo Mauricio Macri negocia a contra reloj con un Gobierno nacional que parece no necesitar de servicios ajenos para encarar su primer desafío en las urnas como oficialismo. Mientras tanto, con la responsabilidad de levantar una gestión desaprobada y los acuerdos por coparticipación como botín de guerra, el alcalde porteño tratará de hacer pie en la delgada línea de sostener la independencia partidaria y no desafíar los intereses libertarios. 

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