"Campaña del dengue: Jorge Macri intenta suplir la ausencia del Estado nacional", por Werner Pertot

60 mil dosis. Eso es lo que aportará el Gobierno porteño para intentar vacunar a parte de la población y frenar un nuevo brote de dengue, como el que tuvimos el año pasado. Se trata de una cantidad que cubre apenas un tercio de la población objetivo para la primera etapa. Pero vamos a decirlo: esto no evidencia tanto una falencia por parte de la gestión de Jorge Macri sino la defección total en el tema del Ministerio de Salud nacional. En provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof está haciendo su propio esfuerzo por suplir con una campaña de vacunación que la Nación no tiene pensado encarar. Se sabe: para Javier Milei, el que se pueda pagar las dosis de la vacuna del dengue (que salen 90 mil pesos la aplicación) que lo haga y el resto, mucha suerte.

El jefe de Gobierno hizo el anuncio la semana pasada, de la mano de Fernán Quirós. Tuvieron en cuenta el brote récord del año pasado que llamaba a tomar medidas para evitar que se repita. Medidas que quedaron a criterio de cada Gobierno local, porque el nacional –ya lo dijimos- defeccionó. Jorge Macri anunció que desde el 18 de septiembre comenzarán a otorgarse turnos para la vacunación de adolescentes de 15 a 19 años, que es el primer grupo al que van a apuntar con las dosis, según la recomendación de la Comisión Nacional de Inmunizaciones (CoNaIn). Luego seguirán con otras franjas etarias hasta llegar a los 39 años. Y ahí se termina la campaña.

No se detalló que pasará con las personas que ya tuvieron la enfermedad y son consideradas grupos de riesgo. La vacuna del dengue está presente desde el año pasado, pero su alto costo es un disuasor efectivo para quienes dudan si aplicársela o no: 90 mil pesos no es una cifra fácilmente adquirible en este contexto económico (además de que se trata de 2 dosis, por un total de 180 mil pesos).

El mensaje de Jorge Macri a los vecinos no dejó de tener alguna alusión al Gobierno nacional: “Como Gobierno no nos corremos de nuestra responsabilidad y estamos preparados y trabajando, y también les pedimos a los vecinos un compromiso profundo porque el mosquito vive en las casas y tenemos que trabajar juntos para erradicarlo. Necesitamos el compromiso de todos los vecinos”, aseguró. La realidad es que los especialistas señalan hace tiempo que con la simple apelación al descacharreo no alcanza: hay criaderos donde debe intervenir el Estado. Un ejemplo son los cementerios. “Creemos que una campaña nacional de vacunación requiere la coordinación y la definición del trabajo con el Gobierno Nacional”, dijo Jorge Macri, sin ocultar cierto fastidio.

El otro problema es la cantidad de dosis. Jorge Macri especificó que compraron 60 mil vacunas. Esto es, más o menos, un tercio de la población de la primera franja a vacunar, por lo que deberían haber nuevas compras.

El Jefe de Gobierno anunció que el distrito encaró “la compra de 60.000 vacunas”. Esto representa aproximadamente un tercio de la población de la primera franja a vacunar, de 15 a 19 años. Para que puedan hacer las cuentas:

Según el censo 2022 en la Ciudad hay 183 mil jóvenes de las edades del primer grupo.

Todos los grupos a los que quieren vacunar alcanzan 1 millón 126 mil personas.

Hay 60 mil dosis, por ahora. En 12 vacunatorios. Suena a poco.

Comparemos: la semana pasada, la Provincia de Buenos Aires anunció la compra de 500 mil vacunas que comenzarán a aplicarse con criterio focalizado en personas de entre 15 y 59 años. Córdoba adquirió, por su parte, 150 mil vacunas, mientras que Santa Fe comenzará la campaña con 160 mil dosis. En el norte del país, zona crítica del virus, provincias como Salta y Misiones ya vienen llevando adelante campañas de vacunación desde la temporada pasada.

Lo que se vuelve a ver acá es, una vez más, la ausencia de un Estado nacional decidio a cuidar a su población.