- Sociedad
- 10.04.2023
CULTURA
El Ministerio de Cultura homenajea a Héctor Alterio
El Ministerio de Cultura de la Nación rinde homenaje a uno de los actores más destacados de la Argentina y el mundo mañana martes en el Centro Cultural Kirchner. Héctor Alterio será homenajeado como personalidad emérita de la cultura por su talento, destacada trayectoria y compromiso con la cultura.
El Ministerio de Cultura de la Nación rinde homenaje a uno de los actores más destacados de la Argentina y el mundo mañana martes a las 18 horas en el Centro Cultural Kirchner. Héctor Alterio será homenajeado como personalidad emérita de la cultura por su talento, destacada trayectoria y compromiso con la cultura. Estarán presentes el Ministro Tristán Bauer, Héctor Alterio, autoridades del Ministerio e invitados especiales.
A sus 93 años, regresa al país el actor Héctor Alterio para realizar su despedida de los escenarios argentinos. El Ministerio de Cultura de la Nación decide, entonces, hacer entrega de una merecida distinción por su enorme trabajo y trayectoria en el cine, teatro y televisión. Un tributo a quien, desde años, es uno de los representantes más notables de nuestra cultura en Argentina y en el mundo. Un actor único que interpretó papeles emblemáticos e inolvidables para el público. Una figura de la cultura comprometida con su tiempo. Un referente indiscutible de sus pares y de las futuras generaciones.
Héctor Benjamín Alterio Onorato nació el 21 de septiembre de 1929 en Buenos Aires, Argentina. Es de ascendencia italiano, sus padres eran originarios de Carpinone. Su debut en los escenarios fue en 1948 con "Prohibido suicidarse en primavera" de Alejandro Casanova. Al finalizar sus estudios de arte dramático creó la compañía Nuevo Teatro en 1950.
Su trabajo en el cine comenzó en 1965 con “Todo sol es amargo" de Alfredo Mathé. Durante los años siguientes participó en algunas de las mejores películas de la entonces nueva generación de cineastas argentinos. Con Juan José Jusid en “Argentino hasta la muerte”, 1970; con Leopoldo Torres Nilson en “El santo de la espada”, 1969, “La maffia”, 1971 y “Los Siete Locos”, 1972, con Manuel Antín en “Don Segundo Sombra“,1969 y con Héctor Olivera en “La Patagonia Rebelde”, 1974.
En 1975, mientras se encontraba en España, fue amenazado de muerte por la Triple A y decidió quedarse allí con su familia: su mujer, sus hijos Ernesto Alterio y Malena Alterio. Allí tuvo un apoyo fundamental con su actuación en “Cría Cuervos” de Carlos Saura (1976).
Desde su exilio, siguió trabajando en películas como “A un dios desconocido” (1977) de Jaime Chávarri, con la que obtuvo el premio al mejor actor en el Festival de San Sebastián, “El crimen de Cuenca” (1979) de Pilar Miró; “El nido” (1980) de Jaime de Armiñan, película nominada al Oscar y premio al mejor actor de la Asociación de Cronistas de Nueva York; “Don Juan de los infiernos” (1991) y “El detective de la muerte" (1994) de Gonzalo Suárez, entre otras.
Pero nunca dejó de participar en realizaciones argentinas y fue uno de los protagonistas principales de las primeras películas que llegaron a ser candidatas en la instancia final del Óscar a la mejor película de habla no inglesa: “La Tregua” (1974), “Camila” (1984), “La historia oficial” (1985) que se consagró con una estatuilla y “El Hijo de la Novia” (2001).
Precisamente, la película dirigida por Juan José Campanella, y protagonizada por Alterio junto a Ricardo Darín, fue un éxito en las taquillas. También, del mismo director, trabajó en la serie "Vientos de Agua” en la que realizó el mismo papel que su hijo, Ernesto, veinte años antes.
Se hizo memorable con la inolvidable frase "¡La puta que vale la pena estar vivo!" en “Caballos Salvajes” de Marcelo Piñeyro, con quien además trabajó en “Cenizas del Paraíso”, “Plata quemada” y “Kamchatka”. En 2004 recibió el Goya de honor por parte de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España. En 2008 recibió el Cóndor de Plata por su trayectoria.
En teatro también se lució con obras como "La pasión de Florencio Sánchez", de Wilfredo Giménez, "La boda", de Anton Chéjov; "Tres obras breves" de Enrique Wernicke; "El mercader de Venecia", de William Shakespeare; "Viaje de un largo día hacia la noche", de Eugene O’Neill; "Yo, Claudio", de Robert Graves; "Dos menos", de Samuel Benchetrit y "El Padre" de Florian Zeller, entre muchas otras.
Ahora regresó al país para realizar doce únicas funciones con “A Buenos Aires", un hermoso espectáculo de poesía y tango con el que busca homenajear a la Ciudad que lo vio nacer. La dramaturgia fue creada por su pareja, Ángela Bacaicoa, con una poética que reúne textos de grandes autores como León Felipe, Cátulo Castillo, Astor Piazzolla, Horacio Ferrer, Hamlet Lima Quintana y Eladia Blázquez, y de la música en vivo del pianista Juan Esteban Cuacci.
150 películas y 50 obras de teatro forman parte de esta destacada trayectoria. Su nombre ocupa un lugar central en la historia del cine argentino. Héctor Alterio sigue trabajando, brilla en los escenarios y trasmite pasión y compromiso como siempre lo hizo.
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