Denuncian que Acuña “miente sobre las condiciones de las Escuelas de Verano y los casos de covid”

En pleno debate en torno a la presencialidad en las escuelas porteñas desde el 17 de febrero, la ministra de Educación, Soledad Acuña, escribió en su cuenta de Twitter: “Contamos con la evidencia de la Ciudad, donde hicimos procesos de revinculación y abrimos más de 100 escuelas de verano y no se registraron contagios en ningún caso”. Por esa misma vía recibió respuestas en sentido contrario: “Mi hija se contagió en la escuela de verano, junto con el resto de compañerxs del grupo. Nos contagió a nosotrxs y estamos aislados, sin complicaciones. Quiero la escuela abierta, desde luego, pero no pueden negarse los hechos. No sé cómo hicieron para no registrar casos…”, fue uno de los mensajes sobre contagios de coronavirus en las escuelas de verano.



“A  través de testimonios anónimos damos a conocer las denuncias sobre la situación real de la Escuela de Verano en la Ciudad. Ante el debate por la vuelta a clases presenciales es preocupante y desalentador ver lo que oculta el gobierno y denuncian los propios trabajadores y trabajadoras del programa y las familias”, indicaron desde el FIT. Al respecto la legisladora Alejandrina Barry, integrante de la comisión de educación, advirtió: "Las y los docentes junto con familias nos hicieron llegar denuncias sobre la falta de protocolos, transportes escolares que no respetan las burbujas para cuidar la salud de los niños, el sándwich de queso no acorde para su alimentación y la situación de los propios docentes precarizados a la que se suma los contagios que no salen a la luz por temor a represalias y que evidencian que no se cumple ningún protocolo. Es muy preocupante está situación mientras se debate que más de un millón de personas entre personal docente y estudiantes vuelvan a la presencialidad en dos semanas sin condiciones".

Por su parte Virginia Espeche, delegada de UTE CTERA por la Lista Marrón, denunció " la situación de las colonias nos preocupa porque es un anticipo de lo que vendrá si el gobierno avanza sin tener en cuenta los reclamos de docentes y familias por un retorno seguro a las escuelas, con todas las condiciones de infraestructura necesarias, protocolos para el uso del transporte público que respeten las burbujas, haya un plan de vacunación real, la contratación de mayor cantidad de personal docente y auxiliar para poder ciudar la salud de todos. Junto a las familias nos estamos organizando por un retorno seguro a clase, queremos poder proponer y decidir democráticamente qué es lo que necesitamos, cómo y cuándo".



Desde ese espacio, La Izquierda Diario sumó testimonios anónimos en el mismo sentido: “Tuvimos un caso. Nos testearon a todas antes de ingresar con el test de sangre. Desde ese momento no nos volvieron a testear. Solo se testeaba quien tuviera algún tipo de síntoma. El protocolo dice que ante cualquier caso de sintomatología, tanto de un niño o docente, se le tiene que aislar en un aula y se tiene que llamar al SAME para que lo venga a buscar. Se tiene que cerrar la escuela 24 horas para desinfectar y la burbuja no puede venir a la escuela hasta saber el resultado. Eso no pasó con una de mis compañeras. La escuela funcionó normalmente. El comprobante del test que se hizo le dicen que no es válido. Se testeó en un hospital del listado que nos dio el gobierno y le dijeron que ese comprobante no era válido. No se aisló a la burbuja y no se avisó a las familias.”

Entre los relatos también se apunta al modo en que se mezclan las ‘burbujas’, incrementando las chances de contagios: “Todos los alumnos tienen contacto con todas las burbujas porque cuando nos trasladamos al natatorio vamos entre 4 o 5 burbujas por micro y no siempre las mismas burbujas, sino que puedo ir con 3 burbujas de ida, y a la vuelta con otras 3”.