Larreta sabía: la Auditoría había advertido sobre falencias en la escuela donde la caída de mampostería dejó dos heridos

Dos trabajadoras de la Escuela Técnica (ET) 15 “Maipú” del Distrito Escolar 5 de Barracas resultaron heridas porque les cayó un pedazo de techo en la cabeza. Literalmente: fragmentos de mampostería se desprendieron y les causaron lesiones por las que debieron ser hospitalizadas. Para la comunidad educativa el hecho causó indignación pero no sorpresa: llevan largo tiempo denunciando los problemas estructurales. Pero no sólo eso: la Auditoría General de la Ciudad (AGCBA) había emitido un informe que daba cuenta de esas falencias. Y los datos habían sido remitidos al Ejecutivo porteño, que no actuó en consecuencia.

El informe en cuestión, al que accedió Nueva Ciudad, analizaba la situación de establecimientos educativos técnicos. Entre ellos, la ET 15 de Barracas. El informe se aprobó en febrero de este año, a partir de datos recabados en las escuelas en mayo del año anterior. “Falta de refacción y rehabilitación de talleres, reinstalación eléctrica, iluminación de fachada colocación de nuevos tableros, sistema de emergencia contra incendios, reemplazo de sistemas cloacales y desagües pluviales”, señalaba ese documento en relación a la Escuela Maipú, donde este lunes dos trabajadoras resultaron heridas por la caída de mampostería.

“En 2017, durante un informe de Auditoría, advertimos sobre los problemas graves de infraestructura de esta escuela. En octubre de ese año, remitimos el informe a las autoridades de la Dirección de Educación Técnica del Ministerio de Educación; en abril del 2018, enviamos una copia a la ministra Soledad Acuña y  al presidente de la legislatura porteña, Diego Santilli. Nadie puede decir que no sabía cuál era la situación. Es decir, acá ha habido ineficacia, insensibilidad y negligencia”, enfatizó Cecilia Segura, presidenta de la AGCBA, en diálogo con este medio. Y remarcó: “La emergencia edilicia que viven muchísimas escuelas porteñas es el resultado de años de una política de desinversión en materia educativa”.

De hecho, el informe en cuestión reflejaba que la situación de la ET 15 no representaba un caso aislado: “En 9 de las escuelas visitadas (50%) señalaron la existencia de problemas de infraestructura con reclamos y actuaciones en trámite”. Asimismo, advertía sobre la “ausencia de mecanismos que aseguren un eficiente y eficaz control interno” y remarcaba que las fallas detectadas “condicionan la formación integral de los estudiantes en los procesos de enseñanza-aprendizaje y los objetivos propios de la educación técnica del sistema educativo de la Ciudad de Buenos Aires”.

Además de esta información oficial que ya había sido remitida a los responsables gubernamentales correspondientes, lo cierto es que la propia comunidad educativa de la Escuela Maipú había denunciado la situación a través de las redes sociales, con el hashtag #SeCaeMaipu “Hace un año pedí para que arreglen la Escuela Maipú de Barracas, hoy se cayó un techo y hubo heridos como ves en las fotos. Hacé de cuenta que va tu hija!!”, le exigió una mamá al jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta. “Nuestra escuela se cae a pedazos y nadie hace nada”, escribían alumnos y alumnas en abril de 2017, junto a fotos de agujeros en paredes y techos. Por eso, la caída de mampostería el lunes último no causó sorpresa: sólo reavivó el reclamo y la indignación.