MEDIO AMBIENTE

Activistas de Greenpeace escalaron el monumento de los dos Congresos para ponerle una máscara de oxígeno

Ciudad de ¿Buenos? Aires, cuestionó la organización ambientalista tras denunciar que la contaminación del aire en el ámbito porteño supera los valores establecidos por la OMS. Para visibilizar el reclamo, treparon a una de las estatuas más emblemáticas y le colocaron una máscara.



El emblemático monumento de los dos Congresos generó esta mañana una postal distinta, cuando activistas de Greenpeace escalaron los 23 metros de altura para colocarle una máscara de oxígeno a la famosa estatua de la Plaza del Congreso. La iniciativa apuntó a visibilizar la problemática de la contaminación del aire en la Ciudad de Buenos Aires y exigir un transporte público basado en energías renovables.

Ciudad de ¿Buenos? Aires, cuestionó la organización ambientalista luego de confirmar que la contaminación del aire en el ámbito porteño supera los valores establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS).  Además, señala que el sistema de medición de calidad del aire mantenido por el gobierno de Horacio Rodríguez Larreta es insuficiente.

Las máscaras de oxígeno sobre monumentos icónicos ya es una de las clásicas performances de Greenpeace. Antes de la estatua de los dos Congresos, ocurrió en ciudades como Londres, Berlín y Adelaide, con máscaras colocadas en las estatuas de Isaac Newton, la Reina Victoria y Winston Churchill. 

 En Buenos Aires, según Greenpeace el gobierno cuenta solamente con tres estaciones de medición, mientras que ciudades tan grandes como CABA en Latinoamérica cuentan con 10 o más. Además, el sistema que mide el aire en la Ciudad deja por fuera contaminantes que representan un alto riesgo para la salud.

“Mientras el transporte público dependa de la quema de combustibles como el gasoil, respirar en la ciudad es una amenaza para todos.  Las cifras de la OMS son alarmantes, siete millones de personas mueren anualmente en el mundo por la contaminación de aire”, advirtió Ingo Boltz, coordinador de la campaña de Contaminación de Aire de Greenpeace.

“Los combustibles de los vehículos motorizados, principalmente el de los colectivos, generan tóxicos perjudiciales para la salud. Entre los contaminantes dañinos se encuentra el dióxido de nitrógeno (NO2)  y Materia Particulada (MP10 y MP2.5) que provocan enfermedades cerebrovasculares, cáncer de pulmón, enfermedades pulmonares e infecciones respiratorias, como la neumonía, entre otras”, agregó Boltz.

Ante este panorama la organización ambientalista, junto al Instituto de Química Física de los Materiales, Medio Ambiente y Energía (INQUIMAE) de la Universidad de Buenos Aires y el Conicet-CSC llevan adelante una investigación para medir la composición del aire y sus niveles de contaminación en la ciudad. El estudio contará con la participación de los ciudadanos porteños en múltiples puntos de la ciudad.

 Tras la puesta en escena sobre el monumento de los dos Congresos, se desplegó un operativo de la Policía de la Ciudad pero, según confirmaron a este medio desde Greenpeace, no hubo detenciones ya que se trató de una “medida pacífica” y los activistas descendieron apenas colocaron la máscara.

Cabe recordar que hace días Greenpeace se involucró de lleno en otro reclamo al gobierno porteño, cuando ingresó a la sesión legislativa que aprobó la modificación de la Ley de Basura Cero, en medio de un escándalo. Allí, la organización hizo sonar la marcha fúnebre y colgó una bandera de una de las columnas del recinto: "Quemar basura mata".

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