EDUCACIÓN

La historia detrás de los terrenos que el Gobierno usará para la UniCABA

La comunidad educativa del Instituto Juan B. Justo, en Villa del Parque, lleva décadas reclamando por terrenos linderos en desuso para ampliar sus instalaciones y otorgar más vacantes. En 2016 les informaron que el Gobierno de la Ciudad había comprado esas tierras para la escuela. Ahora, les dicen que las usarán para la universidad para maestros. Pedido de informes en la Legislatura y un crédito del BID en medio de la polémica.



Hace más de medio siglo, en 1964, un grupo de madres y padres creó una cooperativa en un espacio cedido por el Hogar Obrero. Allí nació el jardín de infantes Los dos pinitos. Con el paso de los años y ante el éxito de la iniciativa, se fueron agregando salas y finalmente se abrió también una escuela primaria. Luego una secundaria y, en 1986, un terciario. La institución nació y creció en el predio de Lascano 3840, en Villa del Parque. En todos los niveles, siempre hubo mucha demanda de vacantes. Por eso, en las últimas décadas, la comunidad educativa luchó incansablemente por la obtención de terrenos linderos en desuso, para ampliarse. En 2016, el Gobierno de la Ciudad compró finalmente esos terrenos para la escuela. Sin embargo, hoy le está dando otro destino a ese espacio: ser sede de la futura universidad de formación docente, "UniCABA". Aunque el proyecto aún está en debate –e implica medidas polémicas como el cierre de los 29 institutos de formación docente-, las demoliciones ya comenzaron.

“Siempre tuvimos una demanda de vacantes enorme en todos los niveles. Hace 30 años que había unos terrenos que eran del Hogar Obrero y cuando entró en quiebra quedaron en desuso. La comunidad empezó entonces a pedir que se declararan de utilidad pública para que fueran destinados a la escuela. Hubo varios proyectos en la Legislatura que nunca prosperaron”, recuerda Estela Fernández, rectora del Instituto de Educación Superior Juan B. Justo, en diálogo con Nueva Ciudad. En 2015, tras años sin respuestas, se organizó una toma del rectorado y se logró una entrevista con Maximiliano Ferraro, actual presidente de la Comisión de Educación en la Legislatura.

“Le planteamos entre papás, docentes, estudiantes y miembros de la cooperadora las necesidades y el reclamo histórico. Nos dijo que era viable, que le parecía que había fondos y que era razonable, que iba a ver cómo  hacer. A la semana vino la ministra de Educación –Soledad Acuña- a la escuela con otras autoridades. Recorrieron la escuela y dijeron que les parecía razonable la compra de los terrenos, que lo iban a evaluar. Esto fue en abril o mayo de 2016”, relata Fernández.

A partir de entonces comenzaron los llamados de arquitectos y los pedidos de información desde la Dirección de Formación Docente, para conocer necesidad de aulas, número de matrícula y demás. “Empezamos a mandar toda la documentación y en junio aproximadamente nos dijeron que el Gobierno compró el terreno para la escuela. Estábamos felices, pero nunca mandaban nada por escrito. Hice un expediente y pedí que me informen, pero nunca me contestaron. En una reunión la directora de Superior me dijo que deje de preguntar por los terrenos, pero que me quede tranquila que nos iban a hacer un palacio”, cuenta la rectora.

Finalmente, el 22 de noviembre último la comunidad educativa se enteró por los medios que esos terrenos serían destinados a la sede de la inminente y polémica universidad para maestros. “Cuando tuvimos una reunión con Diego Meiriño -Subsecretario de Planeamiento e Innovación del Ministerio de Educación de la Ciudad- me dice que no son sólo para la universidad sino también para la escuela, porque se va a hacer una secundaria. Pero esto estaba pensado para los cuatro niveles y así nosotros desaparecemos. Uno se siente traicionado, se lo dije a Ferraro. Al final, nosotros les mostramos los terrenos y les dimos la idea”, lamenta Fernández, rectora de la institución desde 2015, luego de ser directora del profesorado desde 2008 y docente en esa institución desde 1994.

En tanto, ya comenzó la demolición de las construcciones en los terrenos que reclamaba la comunidad educativa y que ahora usará el ministerio de Educación para la universidad que impulsa Horacio Rodríguez Larreta. En el edificio actual de la escuela, lindante a esas obras, nadie informó oficialmente sobre el impacto que puede tener la demolición, que ya se hace sentir por el alto nivel de ruidos.

Fernández señaló que el asunto será motivo de pedidos de informes en la Legislatura, por parte del diputado del PJ Santiago Roberto y de Gabriel Solano, del FIT. Consultado por este medio, Solano advirtió que a la polémica por el destino de los terrenos se suma que “hay un crédito del BID para la compra y la construcción en esos terrenos. Pero no pueden dar fondos para algo que aún no se votó en la Legislatura. Sería ilegal. Entendemos que el crédito ya está otorgado, esto lo hace más irregular. El punto es que ya haya un crédito solicitado con ese fin sin que se haya votado en la Legislatura un tema tan controvertido”.

El martes próximo, en la reunión de la Comisión de Educación, autoridades del Ministerio de Educación porteño asistirán para explicar estas y otras cuestiones relacionadas con la UniCABA.

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