CONGRESO DE LA NACIÓN

El Gobierno confirmó que analiza desdoblar la reforma laboral y aprobarla por partes

Tras el rechazo de la CGT, el Ejecutivo decidió desdoblar el tratamiento de la reforma laboral y enviarla por partes al Congreso.

El 2017 terminó con un Congreso super activo en las últimas semanas, con la sanción de leyes importantes para el Gobierno y que generaron mucho rechazo en la sociedad. Estas fueron la reforma previsional, el presupuesto para 2018, la reforma tributaria y el pacto fiscal con gobernadores. Sin embargo, aún queda pendiente un mega proyecto que el Ejecutivo quiso enviar al Parlamento en sesiones extraordinarias de febrero pero debió volver sobre sus pasos: la reforma laboral.

Este jueves, la CGT emitió un duro comunicado en el que expresaron que no acompañarán ese proyecto del Gobierno, lo que le hace que el futuro del debate sea más oscuro. Ante este escenario, el Ejecutivo ya ideó un plan con el objetivo de aprobar la mayor cantidad de puntos posibles de la reforma: desdoblarán el proyecto y lo enviarán al Congreso en partes o, incluso, recurrirán nuevamente al decreto.

Marcos Peña es el cráneo y ejecutor del plan del Gobierno. Ayer, en una entrevista con radio Mitre, el jefe de Gabinete manifestó que "había varias iniciativas, fruto del consenso con la CGT, que se empaquetaron en una sola ley, pero para nosotros no es de vida o muerte que sea una ley o varias leyes. Para nosotros es importante que avancemos en un blanqueo laboral para que los trabajadores informales puedan ingresar al mercado formal".

En ese contexto, la primera ley que el Gobierno enviaría al Congreso sería la del blanqueo de trabajadores informales, capacitación laboral y la extensión de las licencias por paternidad. Según esta ley, los empleadores que tengan trabajadores en negro y los regularicen, no pagarán multas. Además, el Estado reconocería a cuenta los aportes al sistema previsional por los años que el empleado haya estado en una relacion laboral informal.

Actualmente hay 4,5 millones de trabajadores en negro, que no tienen aportes jubilatorios, obra social o derechos laborales. En una primera etapa, de aprobarse y aplicarse la normativa, unos 800 mil o un millón de empleados accederían al mercado formal, con foco en la construcción, el comercio y gastronómicos, los peones rurales, el personal doméstico y manufacturas.

Esta jugada política pone en una posición incómoda al ministro de Trabajo, Jorge Triaca, quien ya está está en el centro del debate luego de haber despedido por Whatsapp a una empleada suya, la cual trabajó en negro y llevó a trabajar a un sindicato intervenido por su propio Ministerio. El titular de Trabajo no está de acuerdo con fraccionar la reforma laboral y esta decisión del Ejecutivo lo deja mal parado.

Pero el debate en el Congreso no es la única herramienta que el Gobierno tendrá a mano. Esta semana, Mauricio Macri firmó un mega decreto que modificó más de cien leyes, así como también eliminó la paritaria nacional docente y cambió los términos de negociación salarial de esos gremios. En caso de necesitarlo para aprobar puntos rechazados por el Parlamento, el decreto es una salida que el Ejecutivo tendrá a mano. En este sentido, según señaló el diario La Nación, desde la Casa Rosada también advirtieron que "tomarán las decisiones que hagan falta".



COMENTARIOS