- Política
- 02.01.2018
POLÍTICA
El oficialismo buscará aprobar las reformas laboral y electoral en febrero
Marcos Peña avisó que trabajan en sacar la ley que introduce duros cambios laborales en las extraordinarias del segundo mes del año y piensan en negociar los puntos conflictivos para no dejar escapar más capital político.
Los cambios en las condiciones del trabajo tendrán un fuerte rechazo de la sociedad por eso los operadores parlamentarios y los principales funcionarios buscan alcanzar la aprobación sin perder tanto capital político como con la previsional.
Miguel Ángel Pichetto avisó que no tiene "intención" de convocar a la Comisión de Trabajo del Senado para las extraordinarias de febrero como quiere Marcos Peña pero confían en que el senador acceda a través del diálogo una vez que se vuelva a consensuar el proyecto con la Confederación General del Trabajo.
La estrategia del oficialismo es la de negociar sector por sector y con los principales sindicatos en búsqueda de licuar el conflicto social que traerá aparejado la baja en los aportes patronales y la polémica modificación en las indenmizaciones por despidos.
De esta forma consideran que si la CGT acompaña, Pichetto y los senadores del peronismo alineado también lo harán. De todos modos el Gobierno intenta apaciguar los costos y no tener una nueva perdida de capital político y baraja la posibilidad de que la reforma se apruebe parcialmente.
Es decir que salgan los principales puntos y los de mayor conflictos dejarlos como cambios para más adelante y complementar con otras leyes.
"Hay algunas leyes que ya tienen media sanción, como la del financiamiento productivo, (de) defensa de la competencia, otras que tienen un grado de consenso importante, porque realmente creemos que son muy beneficiosas para los trabajadores, como es la reforma laboral", había manifestado Peña en conferencia que dio junto al equipo económico sobre el cierre del 2017 que produjo "la devaluación del día de los inocentes".
Como contrapartida a la reforma laboral, el macrismo impulsará cambios en el sistema electoral y para ganar votos en el recinto planea bajar la bandera del voto electrónico y proponer la utilización de la boleta única en papel.
"Los peroronistas que se oponen se quedarían sin excusas para no votar el proyecto", esbozó a BAE un funcionario que transita los principales pasillos de Balcarce 50. Otro punto que podría ceder el ministro Rogelio Frigerio junto a Adrián Pérez es la eliminación de las Primarias Abiertas Simultaneas Obligatorias.
Las PASO se mantendrían hasta las presidenciales de 2019 como atenuante para que los diputados y senadores que ya demostraron responder directo a los intereses de los gobernadores y no de sus provincias acompañen la ola amarilla que el Gobierno busca desplegar en el Congreso para arrancar el 18.
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