DENUNCIÓ SER VÍCTIMA DE UNA PERSECUCIÓN

Echaron a la rectora del Mariano Acosta

Luego de que denunciaran el ingreso de Policías de la Ciudad armados al establecimiento educativo, la Dirección Administrativa Docente le había exigido que presentara los papeles de su jubilación o le darían de baja de oficio, lo que finalmente ocurrió.

El colegio Mariano Acosta vuelve a estar en el centro de atención. La escena se remonta al 20 de abril, cuando los estudiantes realizaron una clase abierta para plegarse al reclamo de los docentes porteños, tras lo cual denunciaron que efectivos de la Policía de la Ciudad ingresaron a la Escuela armados con el objetivo de amedrentar a los alumnos. Luego de este episodio, que derivó en una denuncia penal del asesor tutelar Gustavo Moreno, la rectora del Mariano Acosta señaló que desde el Ministerio de Educación le exigieron su renuncia y manifestó su temor a que le "den de baja de oficio".

Dos meses y medio después, Raquel Papalardo, rectora del colegio, denunció que le llegó "una cédula en la cual me dan el cese administrativo en todos los cargos que yo tengo en la Ciudad de Buenos Aires. Con los cual, lo único que me dicen que puedo hacer es un reclamo administrativo y judicial, no se". El audio fue enviado a los cooperadores del colegio para ponerlos al tanto de la situación. Además, Papalardo les informó que, con esta disposición, se queda "sin cobrar en todos mis cargos. Me dan el cese administrativo, lo cual para mi es tremendo porque yo vivo de esto, yo vivo de mi sueldo".

En abril, la rectora del Mariano Acosta le había asegurado a Nueva Ciudad que era víctima de "una persecución" por parte del Ministerio de Educación porteño, porque "yo pensaba presentar mis papeles (para la jubilación) en julio y debido a esto me dicen que me vaya ahora”. Además, señaló que su "mayor temor es que me den la baja de oficio”, lo cual implica que “te echan y no cobras nada hasta que te salga la jubilación; quedaría sin el cargo de rectoría, sin el cargo de las horas cátedras y sin cobrar la jubilación hasta que el ANSES proceda a dar la jubilación”, explicó la docente. 

En ese entonces, la hoy cesanteada rectora del Mariano Acosta había señalado estar “entre la espada y la pared: o presentó los papeles o me dan la baja de oficio, es decir, quedar sin sueldo ni jubilación. Y yo vivo de esto”. Ahora la incertidumbre encontró su desenlace y decidieron la baja de oficio.

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