Gobierno aceptó crear un impuesto al juego que pague el costo de Ganancias

El próximo martes el Congreso debe sesionar y tratarán el proyecto de reforma del impuesto a las ganancias. Con el objetivo de reunir voluntades políticas para arribar a un acuerdo, el gobierno nacional aceptó realizar varios cambios al proyecto que presentó. El más relevante de estos cambios es la creación de un impuesto al juego.

Además, el interbloque de Cambiemos quiere proponer un aumento del 100 % de los topes de facturación para los monotributistas y que se permita deducir hasta el 40 % de los alquileres de vivienda única. Para poder mantener estos cambios creará el impuesto a las tragamonedas, siguiendo la línea de algunos bloques de la oposición.

En ese sentido, el massismo había propuesto que sean sobre las maquinas, pero el oficialismo decidió que sea también sobre las apuestas, de esta manera la recaudación llegaría a 6000 millones de pesos. Hoy darán a conocer las modificaciones y allí se incluirá la posibilidad de deducir (restar antes de calcular el monto del salario considerado como ganancia) viáticos, un reclamo histórico de la CGT, y la reincorporación de la deducción parcial del cónyuge, posibilidad que se había eliminado en el proyecto oficial. En el caso de los alquileres, la idea del oficialismo es que puedan deducirse hasta 48.000 pesos anuales, es decir, hasta 4000 pesos por mes.

El oficialismo no planteó una modificación del mínimo no imponible, el piso a partir del cual los trabajadores pagan el impuesto. Ese umbral, según la propuesta del Gobierno, aumentaría sólo un 15 por ciento en 2017, por lo que más trabajadores pasarían a pagar Ganancias. Para los asalariados casados, con dos hijos, quedaría en unos 25.000 pesos. Los diputados de Cambiemos argumentan que por efecto de las nuevas deducciones el piso se modificará para muchos trabajadores.

Por su parte, los cambios en el monotributose realizarán por ley y los topes de facturación se duplicarían, según acordaron en Casa de Gobierno los diputados de Cambiemos Luciano Laspina y Luis Pastori. El de la categoría B (la más baja) pasaría de 48.000 pesos a 96.000 pesos. El de la L (la más alta) iría de 600.000 pesos a 1.200.000 pesos.

Si bien un diputado del PRO se mostró optimista y aseguró que "tenemos unos cien votos. Podemos llegar a ganar la votación". Lo cierto es que no hubo acercamientos entre la oposición y oficialismo. Hoy la Comisión de Presupuesto de la Cámara baja se reúne a las 15 con el objetivo de emitir dictamen. Lo más probable es que cada espacio presente su propio despacho. Es decir que podría llegar a haber hasta siete dictámenes diferentes, todos de minoría: uno de Cambiemos, otro del Frente para la Victoria (FPV), otro del Frente Renovador (FR), otro del Bloque Justicialista (BJ), uno del Frente Amplio Progresista (FAP), uno del Frente de Izquierda y otro del Partido Solidario, de Carlos Heller.

La estrategia de negociación, compartida por oficialistas y opositores, es sentar posición en la comisión y sólo después profundizar las conversaciones para explorar un acuerdo. Habrá tiempo hasta la sesión, convocada para el martes que viene. Por reglamento debería tratarse en primer término el dictamen con más firmas, que sería el del oficialismo. En la práctica, lo importante es cuál de los despachos reúne mayoría.

Por el momento, los dos bloques que están más cercanos son el FR y el BJ. Massa propone que el mínimo no imponible pase de $ 25.000 a $ 48.000 brutos para los asalariados casados, con dos hijos. El jefe del FR se reunió anteayer con Miguel Pichetto, presidente del bloque de senadores del FPV. No avanzaron en la discusión del contenido del proyecto, sino en una fecha tentativa para que se debata en la Cámara alta. Sería el 14 de diciembre. Justamente en el Senado está depositada la esperanza del Gobierno: por cada peso menos que se recauda de Ganancias, merman en 50 centavos los ingresos de las provincias.

El proyecto del FPV es un poco más ambicioso. En conferencia de prensa, Axel Kicillof propuso que sólo paguen el impuesto el 10 por ciento de los trabajadores formales, "tal como lo hacían cuando dejamos el Gobierno", dijo.