- Política
- 04.10.2016
ECONOMÍA
La recaudación aumentó un 30% en septiembre pero perdió ante la inflación
La menor actividad económica, la rebaja de las retenciones y otros tributos siguen afectando los ingresos fiscales.
Según el índice de la Ciudad de Buenos Aires, con datos hasta agosto, la suba interanual de precios fue de 43,5% y acumula 31% en los primeros ocho meses del año en curso. Por los cambios implementados, la recaudación de Ganancias sobre el mercado interno creció apenas 11,5%. En cambio el que se cobra sobre las operaciones aduaneras subió 50,7%. También subieron muy fuerte, el 68,1%, los derechos de importación.
La magnitud de esos aumentos interanuales se debe a la devaluación del peso y también se explica por la fuerte caída de ingresos provenientes del comercio exterior que se registró un año atrás, en septiembre de 2015. La mayoría de los impuestos vinculados al mercado interno evolucionaron por debajo de la inflación anual. En el IVA DGI, cobrado sobre el consumo doméstico,hubo una suba de 34,8%.
Seguridad Social aumentó 32,7% sobre la masa salarial porque los salarios aumentaron menos que la inflación y además hubo una reducción del empleo privado formal. Con 38% más, aumentaron los ingresos por el impuesto al cheque . En Bienes Personales hay una caída nominal de 18,3%, como consecuencia de que se dejaron de pagar los anticipos de septiembre en los casos de los contribuyentes cumplidores, por el plan de beneficios que corre en paralelo al blanqueo de capitales.
Además en la mediocre performance recaudatoria de septiembre influyó que hubo mayores devoluciones y reintegros sobre el IVA por un total de $ 1.520 millones. En el acumulado de los 9 primeros meses, la recaudación fue afectada por el achique de las retenciones. Así por los derechos de exportaciones se recaudó un 6,8% menos , mientras Ganancias acumula una suba nominal de apenas el 14,4%. Los reintegros del IVA sumaron $ 11.600 millones, un 59,4% más.
Y Bienes Personales dejó un 14,6% más. Así, el fuerte déficit fiscal se explica no solo por el aumento del gasto público sino también por la resignación en el cobro de ciertos impuestos, que en especial beneficiaron a sectores vinculados al campo.
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