Legisladores porteños buscan frenar a Uber

Desde la Legislatura porteña se está buscando frenar definitivamente la posibilidad de contratar UBER. A eso parecería apuntar la iniciativa presentada por los diputados Daniel Presti (PRO) y Claudio Palmeyro (Sindical Peronista), que pretende habilitar a la Justicia disponer el bloqueo del servidor de Internet en caso de comprobarse una conducta ilícita.

Esto es algo que se viene reclamando desde el propio sindicato de Peones de Taxi: basta recordar la masiva movilización del pasado 9 de junio cuando cientos de unidades taponaron la Avenida 9 de Julio, encabezados por su secretario General Omar Viviani, quien viene denunciando los perjuicios que genera la competencia desleal de UBER, una empresa que facilita la contratación de autos a través de un soporte informático.

Ya desde ese momento se está alertando que está situación le afecta al sector en un 40% de su recaudación, agregando que la actividad desplegada por UBER no cuenta con ninguna regulación del Estado porteño. Frente a esto el proyecto en cuestión busca introducir en la Ley de Procedimiento Contravencional un inciso que reconozca mayores facultades en la aplicación de medidas precautorias por parte de la Justicia. Concretamente para que en los casos donde se comprueben conductas ilícitas que "sean realizadas mediante la utilización de la red global de difusión de información internet o cualquier otro medio de comunicación", se pueda disponer la "suspensión o bloqueo del servicio de internet".

Facultando así a la posibilidad judicial de "ordenar a las empresas prestatarias del servicio de Internet bloquear, o denegar el acceso al dominio o aplicación de que se trate en forma parcial o total según la conducta ilícita sea generada dentro de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires o produzca sus consecuencias dentro de ésta".

Una propuesta legislativa que encontrará en el Gobierno porteño un aliado, si se tienen en cuenta que se reconoce la actitud de UBER de hacer caso omiso a toda la normativa vigente. Cuestionamiento que se suma al rechazo que genera esta competencia desleal para el sector de los taxistas y los remises, sin olvidar el peligro que significa para el pasajero que se encuentra desprotegido frente a cualquier reclamo legal que tuviera que realizar por el servicio prestado por UBER.