- Política
- 11.07.2016
ENTREVISTA GRÁFICA
En una entrevista "casual" Stiuso acusó a CFK de tener servicios paralelos
El ex espía dijo por primera vez que a Alberto Nisman lo mataron, acusó a Aníbal Fernández de querer asesinarlo, se refirió a los “carpetazos” del kirchnerismo y calificó a la ex Presidente de una forma muy especial.
Cuando le preguntaron quién estaba a cargo de esos supuestos servicios, dijo que lo declarará cuando lo cite la Justicia. “Yo no armaba ningún carpetazo, yo no entiendo de política, yo hacía otras cosas: me ocupaba de cosas exteriores, de inteligencia, contrainteligencia, terrorismo”, se defendió. Tal como ya había declarado ante la Justicia, aunque sin aportar pruebas, Stiuso aseguró que al fiscal Alberto Nisman “lo mataron”, y agregó: “Yo podría haber terminado como él. Hubo persecución, lo amenazaron muchas veces, tanto a él como a mí, amenazaron a su familia”.
No dijo quiénes ni cómo lo habrían asesinado, pero cuando la periodista concluyó “es decir que fue el gobierno de Cristina el que lo mandó a matar”, Stiuso se limitó a decir “y sí”. Al ser consultado sobre Diego Lagomarsino –el dueño del arma que usó Nisman- dijo: “Yo sospecho de todos”. Y volvió a asegurar que no atendió los llamados del fiscal el día de su muerte porque su teléfono “estaba en vibrador”.
Aseguró que él también corría peligro y que se salvó porque “no pudieron encontrarme, me fui a tiempo”. Acusó que “Aníbal (Fernández) era uno de los que más querían, junto con Cristina, que vuelva al país para asesinarme” y dijo que la ex mandataria “ahora sólo es una mujer loca, sin fuerza, sin el aparato del Estado”.
La entrevista “casual”, según La Nación, fue en un bar de Belgrano. Allí Stiuso desayunaba y leía Clarín cuando aceptó contestar algunas preguntas, aunque no quiso ser grabado. El ex espía dijo que se fue a Estados Unidos “con asilo por todas las amenazas que recibimos tanto yo como mi familia. Amenazas de muerte del gobierno anterior”. Según dijo, volvió al país “después del cumpleaños de Cristina”, el 19 de febrero.
Aseguró que ahora trabaja en su empresa –“que tengo desde el 97 y en la que siempre trabajé”- aunque “nunca se abandona” el rol de servicio. Afirmó que vio a la ex presidenta en una oportunidad y que nunca conoció a Néstor Kirchner. Negó haber pinchado teléfonos ilegalmente y denunció que sí lo hacía “este servicio de inteligencia paralelo que manejaba Cristina”. Se despegó del hallazgo in fraganti de José López ocultando dinero en un convento y atribuyó el episodio a que “ahora saltan todas estas causas porque Cristina ya no tiene el aparato del Estado y no puede seguir silenciando”.
Consultado sobre la causa AMIA, opinó que “las cosas no se hicieron bien” y que “nunca se pudo esclarecer nada porque los gobiernos siempre trataron de tapar las cosas, de sobornar jueces, presionar funcionarios”. En relación al memorándum con Irán, sostuvo que “el gobierno anterior quiso hacer creer que los iraníes no tuvieron nada que ver, que la culpa recae en los sirios”.
Calificó a Ibar Pérez Corradi, condenado por el triple crimen de General Rodríguez, de ser “un peón” y consideró que el “verdadero rey de la efedrina” es Mario Segovia: “Lo detuve yo en 2008 y ahí estalló el tema de la mafia de los medicamentos. De todos modos, a mí nunca me pasaron la orden de que lo busque a Pérez Corradi”. A lo largo de la entrevista supuestamente espontánea, el ex espía hizo su propia interpretación de por qué fue removido del área de inteligencia: “Quisieron hacer creer que yo era el demonio y que con mi salida se transparentaba todo. El problema fue que empezaron a aparecer las denuncias en contra de Cristina y eso la molestó; a través de los medios hizo recaer en mí una serie de acusaciones. La AFI sigue siendo lo mismo que antes era la SIDE, pero con gente de Cristina que ahora supongo que será gente de (Mauricio) Macri. Me sacaron a mí y a muchos que estábamos desde hacía tiempo para poder poner a su gente”.
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