- Sociedad
- 08.06.2016
PIZZERÍAS PORTEÑAS
De la mano de sus trabajadores, la pizzería Punto y Banca volvió a abrir
Famosa por su pizza de media masa y empanadas fritas, está emblemática pizzería de Palermo tuvo que cerrar sus puertas hace unos meses. Los trabajadores, sin embargo, quieren seguir con el legado y reabrieron con el mismo sabor y calidad en un nuevo local.

La pizzería Punto y Banca fue un emblema de la ciudad de Buenos Aires desde su fundación el 21 de septiembre de 1978. Ubicada en la esquina de Hondura y Medrano, su fugazzeta y empanadas fritas fueron ponderadas por sibaritas y simples amantes del buen comer.
Hace poco más seis meses el local cerró y la cadena de pizzerías Kentucky no tardó nada en ocupar el local. Sin desanimarse y con perseverancia, los maestros pizzeros del lugar abrieron hace unos meses su propio local, "Los Muchachos de Punto y Banca", en Mansilla 3494.
Sucede que el dueño de Punto y Banca era un señor mayor que trabajó y sostuvo el negocio durante mucho tiempo pero finalmente murió dejando la pizzería a cargo de un sobrino nieto, que a pesar del intento, no supo - o no pudo- manejarla y finalmente ésta se fundió.
Frente a esta situación, la pizzería estuvo cerrada durante varios meses y sus trabajadores, alarmados por la situación y sin respuestas sobre el futuro de Punto y Banca, se organizaron y gracias a la fuerza de la perseverancia y un cariño especial para con el lugar - algunos llevan más de 25 años trabajando allí -, se unieron para abrir un nuevo espacio para despachar sus especialidades.
"Cuando la pizzería cerró pensamos que iba a volver a abrir pronto, luego pasaron cuatro meses sin respuestas ni cobrar sueldos y nos dimos cuenta que no iba a suceder", relató Julio, encargado del nuevo local en diálogo con Nueva Ciudad. "Quisimos renovar el contrato del local original pero Kentucky ofreció el doble de lo que se pagaba y no pudimos competir", señaló.

De esta manera, y desde el 25 de abril, "Los muchachos de Punto y Banca" volvieron a hacer lo que mejor saben: pizzas y empanadas. Tras la quiebra del local de la calle Honduras, recibieron como "indemnización" los hornos y herramientas del lugar y se pusieron a trabajar.
Julio asegura que a partir de que se viralizó la noticia del "regreso de Punto y Banca", los clientes saturaron las líneas telefónicas y los pedidos no cesaron de salir. "La diferencia entre nosotros y otras pizzerías está en la calidez y en la mercadería de primera, además de la buena onda y la trayectoria", comenta orgulloso Julio, que además confiesa que "en los 24 años que llevo trabajando acá no ha habido un día en que no coma una empanda o una porción de pizza; estoy impecable".
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