COSTA SALGUERO

Casanello a cargo de la causa por la muerte de los cinco jóvenes

El juez federal será el encargado de la causa que investiga los hechos ocurridos en la fiesta Time Warp de Costa Salguero, en la que murieron cinco jóvenes y otros tantos siguen hospitalizados tras consumir metanfetaminas.


El juez federal Sebastián Casanello será el encargado de la causa que investiga los hechos ocurridos en la fiesta Time Warp de Costa Salguero, en la que murieron cinco jóvenes y otros tantos siguen hospitalizados tras consumir metanfetaminas.

La causa, que estaba a cargo del juez de instrucción Guillermo Caravajal, pasó a la justicia federal luego de que el fiscal Sandro Abraldes pidiera el pase y se declarara incompetente para seguir interviniendo, por lo que la investigación está ahora a cargo del juez Casanello y el fiscal federal Federico Delgado, así como también del fiscal Diego Iglesias.

Por otra parte, desde el Juzgado Nacional en lo Criminal y Correccional Federal N° 7 señalaron que "todo aquel que desee suministrar datos de interés" para la causa pueden comunicarse a los teléfonos 4032-7153/7841/7151/7152 o al correo electrónico [email protected].

Según se desprende de fuentes de la investigación, la principal hipótesis es que los jóvenes compraron y consumieron la droga adentro de la fiesta. También se confirmó que tanto los jóvenes fallecidos como los hospitalizados se descompusieron al mismo horario: a partir de las 6.30 de la mañana, considerada la hora crítica.

Los investigadores detectaron además "varias irregularidades" en el predio cerrado donde se realizaba la segunda edición de la "Time Warp", entre ellas que los bidones de agua purificada de los puestos de hidratación (gratis y a cargo de la organización) se acabaron a mitad de la noche.

En cuanto a la situación de los jóvenes hospitalizados, el Ministerio de Salud porteño detalló que mañana habrá nuevos partes oficiales y desmintió así algunas versiones periodísticas que hablaban de un sexto deceso ocurrido esta madrugada. Fuentes policiales confirmaron que uno de los internados es Damián Santillán, de 17 años, único asistido en el Hospital Rivadavia, quien "continúa mejorando estable y consciente en la Unidad de Terapia Intensiva", ya sin fiebre y "a la espera de nuevos resultados de laboratorio", informó la cartera sanitaria de la Ciudad.

"Si siguen bajando sus niveles de creatina, que estaban muy elevados, y el riñón empieza a mostrar mejorías, lentamente podría salir del cuadro que presenta", apuntó Alberto Crescenti, titular del SAME. En tanto, en el Hospital Fernández se encuentran internados Micaela Soledad Polivoy de 20 años, Nicolás Laitan, de 23 y Leandro Agustín Espinoza, de 19.

Mientras la mujer y uno de esos dos jóvenes se encuentran en estado crítico y con insuficiencia renal en la unidad de terapia intensiva, el segundo varón reviste más gravedad, permaneciendo en "shokroom" y con "asistencia respiratoria mecánica".

En el Hospital Argerich hay una quinta persona internada cuya identidad aún no trascendió, pero que "continúa en estado crítico aunque muestra leves mejorías", mientras "permanece con asistencia respiratoria mecánica", según el comunicado de la cartera sanitaria.

Con respecto a los fallecidos, las dos primeras autopsias revelaron que Nicolás Becerra (25) y Francisco Ernesto Bertotti (21) murieron por "edema pulmonar y paro cardiorrespiratorio". El tercer deceso fue el de Bruno Claudio Boni, de 20 años, que murió camino al Rivadavia, mientras que el cuarto y quinto fallecidos son Martín Bazano -que según trascendió es la única víctima extranjera, de nacionalidad uruguaya- y Andrés Valdez, ambos de 22 años, cuyas autopsias fueron realizadas ayer y aún no se conocen los resultados.
  Se presume que los jóvenes podrían haber consumido la droga Súperman, una metanfetamina de diseño que se vende como si fuera éxtasis y  genera hipertermia, convulsiones, excitación psicomotriz, deshidratación, falla multiorgánica y paro cardiorrespiratorio.

Cabe destacar que, las botellitas de agua mineral se comercializaban según testigos a un precio de entre 40 y 50 pesos, aunque en redes sociales los fiscales detectaron denuncias de que se vendía a 100, lo cual está siendo objeto de investigación.

Además la mayoría de los baños eran químicos y por lo tanto no tenían canillas, mientras que sólo los asistentes del sector VIP tenían acceso a sanitarios en los que, según constataron los fiscales, había agua corriente, fundamental para personas que están consumiendo drogas diseño, porque uno de los efectos de esas sustancias es la deshidratación.


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