RELACIONES

El 40% de las parejas porteñas convive informalmente

En los últimos 30 años esta tendencia fue creciendo, hoy el 38,5% de los hogares en la Ciudad se constituyen de manera informal.

En la Ciudad, durante estos últimos treinta años, se ha multiplicado la cantidad de parejas que convive sin estar unida de manera formal en casi cinco veces. En 1980 llegaban al 8,3% del total, de acuerdo a la Encuesta Anual de Hogares (EAH) el año pasado el porcentaje llegó al 38,5%.

La convivencia se da, en mayor medida, entre aquellos que tienen entre 35 y 44 años, según indica hoy el matutino Página/12, al dar cuenta del informe elaborado por la Dirección General de Estadísticas y Censos del Gobierno de la Ciudad, “Las nuevas realidades en la conformación de los hogares familiares de la Ciudad. Año 2014”, que además de poner de manifiesto los cambios da algunas claves para interpretarlos.

El 7% de los hogares porteños son familias “ensambladas” (con hijos de matrimonios anteriores), lo que incide en sus ingresos de manera negativa, ya que son los más bajos del total. Por el contrario, el 71% de las familias tiene dos proveedores, lo que produce que sus ingresos sean mayores y además son familias más igualitarias en términos de educación de hombres y mujeres.

Además, el año pasado el 63% de los hogares porteños son familiares, esto es, que  “en la mayoría de los hogares sus miembros están vinculados por lazos de parentesco”. En este sentido, cerca de la mitad de la población mayor de 14 años vive en pareja. Hay más convivencia entre quienes tienen entre 35 y 44 años, que además la han formalizado a través de la unión civil. Le sigue el grupo que tiene entre 45 y 54 años.

Las mujeres conviven desde más jóvenes: “En los menores de 35 años, el porcentaje de mujeres en unión, sea esta legal o consensual, es mayor que en los varones”. Esta situación se invierte a partir de los 35 años. El informe atribuye ese cambio tanto a la edad como a la diferencia de género: inciden las rupturas de uniones anteriores y los hombres son más proclives a “juntarse” nuevamente.


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