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- 02.09.2015
BARRIOS
Volvió el tren de la alegría de Parque Avellaneda
Los vecinos del Parque Avellaneda volvieron a disfrutar del histórico “tren de la alegría”, luego de nueve años, la formación retomó sus recorridos por el espacio verde.
Más de 700 personas, entre ansiosos niños y adultos melancólicos, disfrutaron el sábado pasado del retorno del entrañable “tren de la alegría” en el Parque Avellaneda, en un día de sol total, con una temperatura que anticipa la primavera.
Habían transcurrido nueve años desde la última vez que la histórica formación transitó con normalidad por los senderos metálicos de ese pulmón verde, en el barrio homónimo. El sábado, el renovado trencito, el mismo que funcionó en el imponente jardín desde 1936, volvió a recorrer el parque a lo largo de 1600 metros de vías.
Tras un gran trabajo artesanal, la histórica formación luce radiante. Tiene nuevos colores y sus asientos fueron reparados por los técnicos ferroviarios Héctor Bunevcevic, Enrique Quatrini y Alfredo Jurek los encargados de volver a dar vida al expreso.
Próximamente, la locomotora y los cuatro vagones dejarán de lado su numeración para tener cada uno un nombre propio, que represente a personajes ilustres del barrio. Vecinos de Parque Avellaneda e integrantes de la Mesa de Trabajo y Consenso serán los encargados de la elección.
Además de restaurar todo el circuito, con modernas señalizaciones, también se realizó una reparación completa de la estación Clemente Onelli. La terminal lleva el nombre del naturalista que promovió que “el trencito”, como lo llaman los vecinos del espacio verde, funcionara en el predio. Desde la estación, cada sábado partirá la formación, entre las 11 y las 13, y las 14 y las 17 hs. Por medio de un sistema de audio, el guarda es quien da el aviso de que el tren está próximo a salir de paseo.
Los vagones y su flamante locomotora tienen su propio taller, el lugar donde descansan y son mantenidos. Tras varios años de inactividad de la formación, el galpón se encontraba en estado de abandono, pero volvió a resurgir de entre las cenizas, al igual que el expreso. Las instalaciones fueron renovadas para proteger el tren de las inclemencias del tiempo.
Un grupo de artistas de la zona se ofreció para pintar dos murales relativos al “tren de la alegría” que decorarán el taller y habrá un tercer muro en la escuela que cruza el recorrido.
El recorrido de 15 minutos a través del extenso parque tiene como objetivo transitar por puntos históricos y de importancia ambiental que tiene el predio. Por ello, voceros del Ministerio de Ambiente y Espacio Público porteño anunciaron a La Nación, que próximamente el tren funcionará también los martes para uso exclusivo de escuelas. Se sumarán postas educativas al trayecto para profundizarán sobre aquellos temas.
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