Las PASO y las generales: mirando hacia atrás

¿Qué pasará en octubre con los votos de aquellos candidatos que no se consolidaron como los principales competidores?

De cara a las elecciones nacionales de octubre, casi puede decirse que la mayor incógnita se resume en una pregunta ¿qué pasará en octubre con los votos de aquellos candidatos que no  se consolidaron como los principales competidores? PASO

Los votos de Daniel Scioli y Mauricio Macri, pueden especularse, no irán a ningún lado; sus votantes tiene incentivos para volver a votarlos dado que ambos tienen una chance real de ganar la presidencia. La gran incógnita es que se hará de los conseguidos por aquellos/as que votaron a Sergio Massa, José Manuel De La Sota, Adolfo Rodríguez Saa, Margarita Stolbizer y otras opciones minoritarias.

Para hacer un pequeño ejercicio, revisemos qué pasó con los resultados de las elecciones primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias en 2011, el único otro caso comparable que tenemos. (Tomaremos sólo los que consiguieron los votos suficientes para superar el umbral establecido por la norma.)



Puede verse que en las PASO de 2011 existió una clara ganadora, Cristina Fernández de Kirchner, seguido por dos fórmulas que sacaron casi la misma cantidad de votos: Ricardo Alfonsín y Eduardo Duhalde, ambos con 12% del total. Hermes Binner quedó tercer con 10%. Alberto Rodríguez Saa consiguió el 8% y Elisa Carrió el 3%.

Veamos ahora los resultados de la primera vuelta de octubre del 2011 (recordando que no existió segunda vuelta).



Vemos que en las PASO hubo un importante trasvasamiento del voto. El que más sufrió la fuga de votos fue Eduardo Duhalde, que había casi empatado el segundo lugar en las PASO con 12% y perdió más de la mitad: quedó quinto con el 5%. Lo más probable es que esos votantes, de carácter netamente antikirchnerista, hayan fugado hacia la opción opositora más “útil”, o sea, la de Hermes Binner.

Por otra parte, también sufrió pérdida de votos Elisa Carrió, que pasó del 3% a quedar última con 1,82%. También, es más que probable que esos votos se hayan redirigidos hacia Hermes Binner. Ricardo Alfonsín, por su parte, no perdió tantos votos pero no pudo crecer: evidentemente los votantes decidieron que Hermes Binner (que en la primaria había quedado cuarto, debajo de Alfonsín) era una opción “más útil” que Alfonsín.

Sin embargo, notemos lo sólido del voto de Alberto Rodríguez Saa, que casi permaneció igual, alrededor del 8%.

Por su parte, también creció Cristina Fernández de Kirchner, que pasó del 50% al 54%. La amplitud de su victoria en las PASO parecía indicar que no quedaban muchos votos disponibles, pero un número de votantes prefirieron saltar al vagón de la ganadora. (Probablemente algunos de los partidos que quedaron fuera, y algunos duhaldistas vueltos al redil.)

Entonces, sin que esto signifique que es correcto realizar una extrapolación directa a las actuales elecciones, puede decirse que es probable que veamos desgranamiento de los votos de Sergio Massa y José Manuel De La Sota hacia las opciones vistas como “útiles”, ya sea tanto dentro del FPV como el campo opositor. (Esto más allá de los acuerdo cupulares establecidos o no por sus dirigentes: el votante demuestra bastante autonomía.) La pregunta es hacia dónde irán, y si primará el carácter peronista (Scioli) u opositor (Macri). Si el votante massista tiene un perfil similar al duhaldista en 2011 esto sería una buena noticia para Macri.

Los votantes muestran autonomía, pero es probable que la mejor negociación que podría establecer Scioli sea con los Rodríguez Saa: ellos parecen tener más “controlado” su voto y probablemente puedan redigirlo más eficazmente.

Finalmente: así como es seguro que una parte del voto de Massa y De La Sota irá a otras opciones, también es casi seguro que una parte permanecerá. Es muy poco probable que Massa pueda apropiarse de todo el voto massista-delasotista en esta primera vuelta, y esto es una mala noticia para él.

Para finalizar, es muy poco probable (aventuramos) que los votantes de Sanz fuguen hacia la opción de Margarita Stolbizer. El impulso de votar “útilmente” en las elecciones presidenciales parece fuerte, y el “costo psicológico” del acuerdo del centenario partido con el de centroderecha ya ha sido, de alguna manera, saldado en las PASO. Es más probable que opten por la opción que a su juicio tiene más opciones de ganarle al peronismo. PASO


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