Trabajadores de la línea 60 cortan nuevamente Panamericana

Choferes de la línea 60 cortan parcialmente esta mañana la autopista Panamericana en el kilómetro 42,5, a la altura de la localidad bonaerense de Ingeniero Maschwitz.

Los trabajadores, acompañados por empleados ferroviarios, agrupaciones universitarias y agrupaciones de izquierda, se concentraron desde temprano en la colectora y a las 9.20 subieron a la traza principal y bloquearon dos carriles dejando otros dos libres.

El tránsito es asistido por personal de la Policía Federal bajo la supervisión del secretario de Seguridad, Sergio Berni, quien sobrevuela la zona desde un helicóptero.

"Vamos a tratar de hacer el corte de forma pacífica como permite la ley, pero es lo que no quiere dejar Gendarmería", apuntó en declaraciones a Télam el delegado Hugo Swarzmann.

"Hay una acordada de la Corte Suprema a favor de las manifestaciones si se hacen por necesidad y urgencia, si se deja un lugar alternativo y si se realizan por tiempo prudencial, todas condiciones que cumplimos", añadió.

La jueza María Servini de Cubría levantó ayer la restricción que existía para sacar los colectivos desde las terminales a prestar servicio pero dispuso que para ello se le ajustara el mecanismo de la tarjeta SUBE, con lo que los trabajadores interpretaron que debían cobrar boleto, algo que no estaban dispuestos a realizar ya que pretendían mantener esa medida de fuerza.

En consecuencia decidieron volver a marchar hoy a la autopista Panamericana para protestar cortando el tránsito, tal como lo hicieron anteayer, cuando fueron desalojados por Gendarmería en medio de graves incidentes en los que se registraron heridos y detenidos.

"Esperamos que no se repitan esas hechos, pero las fuerzas, (el secretario de Seguridad, Sergio) Berni y la jueza (Sandra) Arroyo Salgado tienen que garantizar nuestro derecho constitucional a la protesta", manifestó Swarzmann.

La línea 60, que une Constitución con Tigre y también con Escobar, transporta a 250.000 pasajeros todos los días pero desde el 23 de junio los colectivos dejaron de salir a la calle por un conflicto en el que los choferes reclaman la reincorporación de 53 despedidos, el cese del acoso laboral a los delegados y mejores condiciones de trabajo.

Los trabajadores denunciaron un "lock out" patronal al impedirles sacar los colectivos a la calle sin cobrar boleto, mientras que la empresa aseguró que los choferes habían "usurpado las terminales" y que los colectivos que salían a la calle "no reunían las mínimas condiciones de seguridad".

En el medio hubo una medida de conciliación obligatoria que no fue acatada por las partes al no retrotraerse el conflicto a su inicio y medidas judiciales que impidieron a los trabajadores sacar los colectivos.


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