Luciana Jury: “Tengo la necesidad de romper con las etiquetas”

Por Sebastián Scigliano

La notable cantora dio a luz su tercer disco como solista, La Madrugada, en el que despliega un universo enorme de matices al servicio de un repertorio hecho de memorias propias, inusualmente ecléctico, de Simón Diaz a Rafaela Carrá. “Son músicas que han construido mi historia”, dice. Lo presenta mañana, en el Teatro Margarita Xirgu.

¿En qué momento de tu carrera te encuentra este disco?
Sentía que era un buen momento para sacar un tercer disco, por un lado, porque me lo dictaba el corazón y, por el otro, porque tengo urgencia de volcar toda mi experiencia y la información musical que tengo desde chica. Es como haber aprendido jugando un bagaje de canciones y que este sea el momento para devolverlas a la luz. Son las canciones que me construyeron en mi historia personal, desde chica.

Hay algo Juego, también, en la elección del repertorio, bien ecléctico, pero que en cada caso pasa por tu forma de interpretarlo, sin respetar necesariamente el formato original de la canción.
Es que tengo la necesidad de romper con las etiquetas. Es natural que cuando uno comienza a tener una serie de discos, como en mi caso, con una tendencia hacia la música de raíz, te vayan teniendo como una cantora folclórica, exclusivamente. Pareciera ser como si la opinión pública necesitara tener una intérprete que se abocada a un solo género. Pero yo soy un ser del conurbano, que me ha regalado una diversidad infinita de músicas, infinita variedad de géneros. Y como son también músicas que han construido mi historia, también siento que me pertenecen. Cualquier género que me atreva a abordar está ahí, como el rock, o la cumbia, o una balada o una canción de Rafaela Carrá, que es una música que me tomó en la infancia y me hizo bailar y me hizo sentir dinámica y plena. El conurbano me invita inevitablemente a romper esta estructura. Mi camino hacia un próximo disco tendrá que ver más todavía con estas rupturas.

Es como si una radio del conurbano estuviera sonando todo el día y vos cantaras, con tu impronta, las canciones que pasan ahí.
Por lo general, el motivo que me lleva a tomar en cuenta una canción es el recuerdo de la instancia de mi vida en que conocí esa canción. Tiene que ver con esta idea de poder transformar la canción a una mirada personal desde lo compositivo, desde lo interpretativo, pero sin quitarle el alma a esa canción, eso deber permanecer intacto, porque esa esencia es la que me llevó a elegir esa canción. Soy además una persona que está muy vinculada con la radio: trabajé muchos años haciendo operación musical en una radio del conurbano y eso fue una universidad de diez años de música popular que me ha servido muy mucho para mi enriquecimiento personal y eso es lo que tengo que contar, mi aldea.

¿Y donde ubicás a las canciones que componés vos en ese universo?
La composición musical y estribillo de la canción que puse en este disco son de mi compañero Edgardo Grasso, con lo que el alma estaba plantada. Lo que hice yo fue agregar unos versos, unas estrofas para colaborar en el refuerzo de esa melodía y de ese estribillo. Finalmente, está dedicada al acontecimiento milagroso de la llegada de nuestra hija. En los otros discos también hay algunas canciones mías en colaboración, pero siempre las incluyo con bastante pudor, no podría decir que hago buenas canciones. Son, simplemente, las canciones que me animo a plasmar, por lo general, en compañía. Es, de alguna forma, una manera de ir animándome a un futuro disco con canciones propias, son pequeños pasitos en ese camino.

Hiciste un disco en colaboración con Gabo Ferro, participás de un espectáculo colectivo, Se trata de nosotras, con otras cantoras, ¿cómo influyen esas otras voces en tu música?
Son experiencias buenísimas, porque la vida soprendentemente me pone en lugares en los que tengo que fusionar con otros artistas, en este caso con chicas que viene con sus carreras de hace muchos años, con sus perfiles. Es una forma de compartir y enriquecerse, finalmente, y estoy muy contenta con eso. Y el disco con Gabo fue tremendo. Las canciones que me hubiera gustado hacer a mí son las que hace él, definitivamente. Tengo la suerte de haberlo conocido y de que me haya elegido como su musa inspiradora para crear las músicas para El veneno de los milagros, y es un referente extraordinario no solo desde lo compositivo sino también desde la interpretación, porque además es un cantante fenomenal. El trabajo con él fue un camino muy mágico y se dio todo de una forma muy especial, rozando la perfección y son esas cosas que quedan para siempre en el corazón.

¿Cómo va a ser el show de mañana?
Espero que la gente la pase tan bien como la voy a pasar yo, porque me voy a juntar con un montón de músicos arriba del escenario. Va a ser un show distinto a los que venía haciendo, que eran casi siempre en soledad. Esta presentación va a estar llena de colores, va a haber una cuerda de tambores que me va a acompañar, las mismas chicas que participan de Se trata de nosotras y voy a tener el lujo de que me acompañe Gabo Ferro con el que vamos a hacer un repasito de El veneno de los milagros, así que va a ser un show completito.


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