Buenas noticias para todos y todas

Hay una antigua maldición china, que acabo de inventar, que se aplica en el análisis político para semanas como la que acaba de pasar: “tendrás en campaña buenas noticias para ambos contendientes.” Y esto es justamente lo que sucedió.

Mauricio Macri recibió algunas buenas noticias, luego del duro (tal vez durísimo) golpe que significó haber perdido la gobernación de Santa Fé a manos de Miguel Lifschitz. El delfín de Macri, Horacio Rodríguez Larreta, ganó con amplitud la primera ronda de la compulsa a jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, con un 45% de los votos por sobre 25% de Martín Lousteau. El candidato de la alianza entre el PRO y la UCR en Córdoba, Oscar Aguad, resultó segundo en su provincia con un no despreciable 35% de los votos. A estas victorias o cuasivictorias opositoras se le sumarían la gobernación ganada en Mendoza y el triunfo del radicalismo en Corrientes. (Además, en La Pampa ganó  el domingo un peronista no kirchnerista, Carlos Verna.) De esta manera, la oposición antikirchnerista puede decir (con razón) que el Frente para la Victoria no resultó ganador en ninguna de las provincias “grandes” que votaron hasta ahora: salió tercero en Santa Fé y Córdoba y segundo en Mendoza. De hecho, han circulado en los últimos días algunos análisis en donde simplemente sumando los votos sacados por el FPV en estas elecciones provinciales dictaminaron que Scioli se dirige a una derrota segura a manos de Mauricio Macri en octubre.

¿Ya está entonces dictaminado el resultado electoral? De ninguna manera, porque también cerramos esta semana con buenas noticias para Daniel Scioli. Para comenzar, el principal argumento es que la mayoría de los resultados obtenidos hasta ahora, aún las derrotas provinciales, enmascaran una realidad: Cristina Fernández de Kirchner fue electa en 2007 y 2011 con guarismos provinciales similares.

Por caso, en el 2011 un José Manuel De La Sota ya volcado al “cordobesismo” opositor fue electo gobernador con el 42% de los votos, Luis Juez quedó segundo con el 29 y Aguad tercero con un 22%. Sin embargo, Cristina Fernández de Kirchner fue la candidata a presidenta más votada en la provincia con el 37% de los sufragios.

También en Santa Fé en el 2011 perdió el FPV a gobernador. Hace cuatro años resultaba electo Antonio Bonfatti (39%), segundo quedaba Miguel del Sel (36%) y Agustín Rossi quedaba tercero con el 22% de los votos. Sin embargo, Cristina Fernández también resultó la más votada para presidente con un 41% de los votos.

Asimismo, los malos resultados electorales del kirchnerismo en la Ciudad de Buenos Aires, que ya son un dato de la realidad, no impidieron victorias nacionales en 2007 y en 2011.

Puede especularse con estas cifras casi hasta el infinito. (Todos lo hacemos, mea culpa.) Quienes buscan señalar que Macri ya es presidente dirán que en el 2007 el kirchnerismo ganó en parte gracias a una carrada de votos en una provincia como Mendoza, votos que ahora se han esfumado. Desde el FPV podrán contestar que esos votos pueden ser reemplazados por una buena performance en Santa Fe, en donde Omar Perotti sobrepasó las expectativas ampliamente. A esto puede replicarse que el FPV tuvo derrotas en provincias consideradas casi propias como La Pampa o Río Negro; el contraargumento será que el PRO no pudo ganar en la CABA en primera vuelta, que el radicalismo pensaba ganar Córdoba y la perdió, que tampoco pudo hacer fuerza en las PASO de Chaco, que ganó en La Rioja cuando la UCR esgrimía sondeos que la daba ganadora, que el FPV ganó la gobernación de Tierra del Fuego y opacó al radical-PRO Horacio Quiroga en Neuquén … y así sucesivamente. A lo cual se responderá que Scioli no es CFK, que en 2011 no había una candidatura opositora fuerte como la de Mauricio Macri, que las encuestas dan escenarios de paridad, y más etcéteras.

Claro que nos queda Sergio Massa, tal vez el único sin buenas noticias que reclamar como propias. No sólo no ganó ninguna provincia, sino que en CABA su candidato no pudo pasar las PASO y en Santa Fe logró una misérrima cosecha de menos de dos cifras. Es cierto que su ¿aliado? Juan Schiaretti resultó ganador en Córdoba, pero terminó agradeciendo en su discurso los llamados de Cristina Fernández y de Daniel Scioli aún con Massa presente; De La Sota, por su parte, generó un video viral al negarle (aparentemente) la mano. Pero aún así hay massitas esperanzados con una buena performance de Felipe Solá en provincia de Buenos Aires y … bueno, con una buena performance de Solá en provincia.

¿Qué conclusión podemos sacar de estos datos? Primero y principal, que a pesar de los impulsos de ciertos analistas políticos que desean ver “tendencias aseguradas”, resultados “que cambian todo” y candidatos “ya ganadores”, lo cierto es, como diría Mao, que todavía es demasiado temprano para saber. Habrá que esperar a las PASO del mes que viene para tener una idea más clara. Eso sí: hasta ahora los ejecutivos provinciales parecen tener una ventaja a la hora de reelegirse. (Punto para Scioli.) Pero claro, Tierra del Fuego y Mendoza nos muestran que esta ley no es de acero. (Punto para Macri.) Y dale, otra vez estamos en la misma.

Y así seguimos. Rumbo a octubre. Disfrutemos de estos meses de incertidumbre.


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