“Macri dejó de construir el subte porque no le servía para la candidatura presidencial”

Luis Zamora es candidato a jefe de Gobierno por el partido de izquierda Autodeterminación y Libertad. Es abogado, militante de organismos de derechos humanos y fue diputado nacional dos veces.

Luis Zamora es candidato a jefe de Gobierno por el partido de izquierda Autodeterminación y Libertad. Es abogado, militante de organismos de derechos humanos y fue diputado nacional dos veces.

En diálogo con Nueva Ciudad, Zamora contó cuáles hubieran sido sus propuestas en el debate –en el que fue discriminado, asegura-, cuáles son las principales falencias de la gestión del PRO en la Ciudad y por qué los bloques de izquierda decidieron presentarse por separado.

Por Carolina Martínez Elebi y Luisina Fuentes

¿Cuáles son las críticas que le haría a la gestión de Mauricio Macri en la Ciudad?

En todos los temas tenemos cuestionamientos, es global, pero le diría dos cosas: uno, todas los pasos que ha dado el macrismo han sido para beneficiar lucro empresario y no necesidades de la población, y hay diez mil ejemplos. Dos, cuando hay contradicción entre lo que le reclama un barrio y el proyecto que él tiene, lo impone. Por ejemplo, la manzana 66 . Nosotros que pensamos en las necesidades populares, y no en el lucro empresario, y pensamos que cuando hay diferencias es la decisión del barrio la que prima, nos oponemos tanto al nivel del funcionamiento institucional como en el de los objetivos del gobierno de Macri. La manzana 66 es un ejemplo muy claro: se trata de una manzana en Balvanera por la cual se ha formado una asamblea de vecinos que dicen “queremos un centro cultural, deportivo, espacios verdes”; y (Horacio Rodríguez) Larreta y (Mauricio) Macri que les dicen “queremos un Luna Park, porque el Luna Park no alcanza”, “un Madison Square Garden”, les llegó a decir Larreta. Quieren entregarle la manzana a una empresa privada para lucren con ella. Para mi es un símbolo lo que propone Larreta. Supongamos que Larreta tiene razón, está bien, no hay otro Luna Park, pero no es lo que quieren los vecinos de Balvanera. Entonces, que haga una consulta en la Ciudad, “¿hacemos un estadio o hacemos un espacio verde?”, pero, claro, la pierde. Y si la gana, la gana porque lo decidió la población, pero no lo impone. Y es en estas dos cosas en que enfrentamos al macrismo con todas nuestras fuerzas, que está en las antípodas de lo que aspiramos nosotros para la Ciudad y para el país.

¿Cuáles son las propuestas que ustedes presentan para la Ciudad?

Hay necesidades muy acuciantes: vivienda, educación pública, problemas que han salido a la luz en todos estos años. Si uno toma las villas, es de una violencia tener una ley que obliga al gobierno de la Ciudad a urbanizarlas y que no lo haga. Digo violencia no sólo porque no tienen ni desagües ni cloacas sino que además es una discriminación que haya 300 mil habitantes de la Ciudad que sean considerados de segunda o de tercera, que trabajan en Ciudad y los saca a la calle a la noche, porque es eso lo que les dice, “pueden venir a laburar, pero a dormir, afuera”. En definitiva pretende que sea un negocio inmobiliario, se trata de terrenos tan valiosos y más para la mentalidad empresaria y para la especulación inmobiliaria.
La salud pública es otro problema. Van por el 20% del hospital de Lugano; se votó en el año 86 un decreto de Suarez Lastra para construir un hospital ahí y tienen que salir los vecinos de Lugano a cortar y a cortar para que construya el 20%. Y lo peor es que cuando reclaman, Larreta les dice “pero ya tienen un hospital”, para él eso que les hicieron es un hospital y en realidad es un Centro de Salud pequeño.
El otro día estuve en la escuela Rosario Vera Peñaloza, en Almagro: las aletas de los ventiladores de chicos de escuela inicial se caen, no tienen seguridad. Después tienen un discurso de “nuestra prioridad es la educación” pero cuando uno ve, no tienen a la educación como prioridad.
Además el transporte público. Larreta no viaja el transporte público y no se entera de la indignación de la gente por cómo se viaja en subte, colgado, en los colectivos que en horario pico no paran. Es violencia, un maltrato a la mañana, maltrato al mediodía, maltrato a la tarde. La gente va y vuelve de laburar y tiene que atravesar la Ciudad de una punta a la otra así. Nos parece una Ciudad que se ha deteriorado las condiciones de vida. Por eso en nuestras propuestas consideramos que el transporte es un servicio público y no puede estar en manos privadas. Los colectivos van donde le da ganancia, ponen más colectivos si obtienen rentabilidad, las frecuencias están ligadas a eso. El subte lo mismo; dejó de construirlo porque no le servía para la candidatura presidencial, era a largo plazo, y le dijeron que el Metrobus se hace más rápido, lo podes exhibir y es menos costoso. ¿Arregla el problema? No, pero no importa, ese no es el problema de Macri. El PRO tuvo una complicidad muy grande del kirchnerismo y de la coalición cívica porque cuando no tiene voto de uno tiene voto de otro para sacar las cosas. Y eso es un fraude, porque termina en un fraude. Porque se presentan enfrentados y después terminan con tomas y dacas en la Legislatura. El caso de Lousteau es más grave todavía porque además lo apoya nacionalmente. Es decir, si tiene un proyecto de país igual, que aparezca enfrentándose en la Ciudad es una estafa a la población.

¿Le hubiera interesado participar del debate en TN?

Nosotros no hacemos un espacio mítico de debate porque son más bien circenses, son espectáculos, no se discuten profundidades. Y además con campanitas que tocan, y cosas así no se debate, ni se piensa en voz alta ni se reflexiona. Los debates, lo que no tienen derecho, es a discriminarnos. Y a decir “las cosas de izquierda no”. Nosotros denunciamos al programa pero denunciamos a los candidatos también, porque ellos organizaron el debate y además participaron. Los candidatos avalaron una discriminación con esa característica, que es censura, además de discriminación. Porque además no censuraron a cualquiera, censuraron a las fuerzas de izquierda, o sea que es selectiva. Toda la dirigencia política estaba en las gradas, estaba Macri, estaba (Elisa) Carrió, todos avalando la censura. Estaba la dirigencia de La Cámpora, (Andrés) Larroque, (Carlos) Tomada, el rector de la UBA, el rector de la UCA, (Ernesto) Sanz, todos los que aspiran a dirigir el país, avalando que se discrimine. Así que así contestan a los que tienen posiciones diferentes: silenciarlos. Fue muy expresiva esa censura y discriminación.

¿Qué temas hubieras aportado en el debate?

Esta discusión. Porque los temas los tocan, pero con chicanas. Nosotros hubiéramos hablado de la mortalidad infantil, pero no para hablar que era el 4% ó el 3%, si fue más o menos o antes o qué. Sino, hubiéramos hablado de cómo se combate que no aumente la mortalidad. De la rentabilidad empresaria. No hay forma de inventar plata. La plata o se la lleva el empresario o se la llevan los trabajadores, una de dos. Si usted necesita presupuesto para obras sociales o para el Hospital de Lugano, tiene que salir de los que han ganado tanto en estos años.

¿Afecta en algún punto que las fuerzas de izquierda se presenten de manera separada?

Sería mejor si fuera resultado de un trabajo unitario previo. Si eso son acuerdos electorales únicamente, no agrega ni quita nada. En algún caso puede ser una ilusión y después una desilusión, cuando hay fuerzas que van juntas en las elecciones y después van separados al Congreso. Eso es malo, porque entonces es una campaña por la unidad y después termina siendo al servicio de cada partido, no por un trabajo que los vaya acercando. Si lo lográramos con fuerzas de izquierda, como por ejemplo, la del FIT, trabajar juntos durante el año, en la vida cotidiana, en la luchas cotidianas, y luego lo electoral sea consecuencia de eso, eso le da estabilidad y va acercando a esas fuerzas, o sea que no es para que cada partido tenga un diputado más o que solo no lo tendría. Eso a la vida del pueblo no le agrega nada.


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