Performance posporno en la UBA generó polémica

Anoche el Área de Comunicación, géneros y sexualidades de la Carrera de Ciencias de la Comunicación realizaron una muestra de posporno. La performance, que se llevó a cabo en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA, desató la polémica en las redes sociales y los medios de comunicación.

Un grupo de activistas feministas convocó por medio de la red social Facebook a participar de una intervención posporno ayer en la facultad de Ciencias Sociales como una "propuesta para ampliar el imaginario pornográfico y experimentar otras formas sexualizadas de habitar el espacio universitario". La muestra que se realizó en uno de los pasillos principales del edificio causó una gran polémica en la comunidad académica.

El doctor en Comunicación Daniel Mundo, que en estos días está terminando de dictar el seminario “El Porno, la lógica vincular del capital ´hedonista´”, explicó a Nueva Ciudad que el posporno es “un movimiento en contra de lo que se llama el porno mainstream, lo que uno se imagina cuando escucha la palabra pornografía”. Y agregó que “lo que se suele denunciar en el posporno es el coitocentrismo, el sexo centrado en ciertos órganos sexuales privilegiados por la cultura moderna; y la heteronormalidad, la posición del falo como centro de la escena, busca otras experiencias de placer y de goce”.

El enfrentamiento entre el porno y el posporno “es un combate iconoclasta, un combate por la hegemonía de una representación de la sexualidad. Lo cual trae por supuesto transformaciones en la sexualidad también”.

Gino Cingolani Trucco, docente e investigador en la facultad de Ciencias Sociales de la UBA, explicó a Nueva Ciudad que “la pornografía es el sexo de los otros, lo que pasa en una relación en medio de un espectador y otros que están teniendo una práctica sexual mediatizada por la literatura, la fotografía, la televisión o internet. Lo que pasó ayer no es pornografía, es una performance que nos habla o nos hace reflexionar sobre la metodología y las practicas del posporno”.

“Mientras que la pornografía industrial está regida por una lógica de producción capitalista, en una industria que genera dinero y que tiene canal de distribución, etcétera. La pospornografía es una guerrilla, que va por los márgenes como que aparece en esos lugares incómodos donde no lo esperamos”, indicó Cingolani Trucco.

La incomodidad expresada por las redes sociales y los medios de comunicación es un lugar que “te permite reflexionar sobre las cosas que pasan”, explicó el joven investigador y agregó que dicha sensación es utilizada muchas veces por los activistas del posporno como motor del debate.

“Utilizar el registro de lo pornográfico para subvertirlo y para hablar de otra cosa es peligroso. Lo que pasó ayer fue que las chicas hicieron una performance pornografica con el marco teórico y con el contexto que se puede interpretar de una manera, pero lo cierto es que el 99 % de la comunidad académica de sociales y el 100% la gente que se enteró por los medios de comunicación sólo vió el sexo explícito”, cuestionó Cingolani Trucco.

Por su parte, las autoridades de la facultad en cuestión indicaron a través de un comunicado que el Área de Comunicación, géneros y sexualidades "trabaja temáticas referidas a los géneros y las sexualidades desde 2012, con una perspectiva crítica que problematiza las visiones hegemónicas al respecto". "Desde entonces, lleva desarrollados una gran cantidad de debates e intervenciones performáticas", agregaron.

Dado que la actividad finalizó con dos activistas orinando sobre la mesa de una agrupación universitaria (el Partido Obrero, parte de la coalición Frente de Izquierda que tiene a su cargo el Centro de estudiantes, y la oposición política a la gestión actual de la casa de estudios), y ante algunas criticas que llovieron, el comunicado desmiente la presencia de menores de edad y "se niega cualquier direccionalidad partidaria de un hecho que pretendió tener un sentido artístico, político y académico".


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