- Archivo
- 13.04.2015
Hacinamiento y viviendas vacías: dos caras de una misma ciudad
Medio millón de personas viven en viviendas inadecuadas, mientras que 340 mil propiedades están vacías: La contracara de la crisis habitacional.
Según un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz publicado en febrero de este año, la Ciudad cuenta con un millón de viviendas. Si se contrasta este número elevado de propiedades con la existencia de 170 mil familias con necesidad de acceder a ellas, el informe ofrece como explicación "el alto porcentaje de viviendas vacías de la ciudad: un 24% del total de las viviendas en C.A.B.A., bastante por arriba del promedio nacional que es de un 18% (e incluye en ese número las zonas con casas de fin de semana o vacacionales que empujan para arriba el promedio nacional)".
El informe agrega: "Si desarmamos este dato por comuna, se observa que las comunas con mayor cantidad de viviendas vacías son la 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución), 14 (Palermo) y 2 (Recoleta) respectivamente, zonas de alta valorización inmobiliaria y que presentan los costos de alquiler más elevados de la Ciudad".
La teoría económica tradicional explica que de existir un exceso de oferta de viviendas, es decir, muchas casas vacías, éstas deberían bajar de precio "hasta permitir que quienes precisan una vivienda, puedan acceder a ella", describe el informe. Aunque, en el caso de la Ciudad "las comunas con mayor porcentaje de viviendas vacías son, a su vez, las que presentan alquileres más caros, indicando una falla en funcionamiento del mercado inmobiliario".
"Estos datos plantean la existencia de un mercado inmobiliario que no funciona como un buen asignador de viviendas", dice el informe. Y explica que esta situación pone al descubierto "la existencia de un alto porcentaje de inmuebles que no son adquiridos por sus propietarios para habitarlos o ponerlos en alquiler, sino
tan sólo para mantenerlos deshabitados como un instrumento de conservación de sus ahorros".
En ese sentido, "la utilización de la propiedad como un instrumento de ahorro, provoca un comportamiento disfuncional del mercado de viviendas en cuanto a solución del problema habitacional de los porteños. Incorpora una demanda adicional de viviendas por parte de sectores de elevados ingresos que la adquieren como un instrumento de ahorro, pero que las retira del mercado en cuanto oferta de vivienda para habitar (al mantenerlas ociosas)", concluye el informe.
Según un informe del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz publicado en febrero de este año, la Ciudad cuenta con un millón de viviendas. Si se contrasta este número elevado de propiedades con la existencia de 170 mil familias con necesidad de acceder a ellas, el informe ofrece como explicación "el alto porcentaje de viviendas vacías de la ciudad: un 24% del total de las viviendas en C.A.B.A., bastante por arriba del promedio nacional que es de un 18% (e incluye en ese número las zonas con casas de fin de semana o vacacionales que empujan para arriba el promedio nacional)".
El informe agrega: "Si desarmamos este dato por comuna, se observa que las comunas con mayor cantidad de viviendas vacías son la 1 (Retiro, San Nicolás, Puerto Madero, San Telmo, Montserrat y Constitución), 14 (Palermo) y 2 (Recoleta) respectivamente, zonas de alta valorización inmobiliaria y que presentan los costos de alquiler más elevados de la Ciudad".
La teoría económica tradicional explica que de existir un exceso de oferta de viviendas, es decir, muchas casas vacías, éstas deberían bajar de precio "hasta permitir que quienes precisan una vivienda, puedan acceder a ella", describe el informe. Aunque, en el caso de la Ciudad "las comunas con mayor porcentaje de viviendas vacías son, a su vez, las que presentan alquileres más caros, indicando una falla en funcionamiento del mercado inmobiliario".
"Estos datos plantean la existencia de un mercado inmobiliario que no funciona como un buen asignador de viviendas", dice el informe. Y explica que esta situación pone al descubierto "la existencia de un alto porcentaje de inmuebles que no son adquiridos por sus propietarios para habitarlos o ponerlos en alquiler, sino
tan sólo para mantenerlos deshabitados como un instrumento de conservación de sus ahorros".
En ese sentido, "la utilización de la propiedad como un instrumento de ahorro, provoca un comportamiento disfuncional del mercado de viviendas en cuanto a solución del problema habitacional de los porteños. Incorpora una demanda adicional de viviendas por parte de sectores de elevados ingresos que la adquieren como un instrumento de ahorro, pero que las retira del mercado en cuanto oferta de vivienda para habitar (al mantenerlas ociosas)", concluye el informe.
- SECCIÓN
- Archivo
COMENTARIOS