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- 08.07.2014
Debate y diversidad sobre el judaísmo y la cultura en Limud 2014
Con una multidisciplinaria oferta que incluyó proyección de filmes, charlas y talleres sobre cine, literatura, arte, filosofía, religión y cocina, se desarrolló la 7º edición del festival que aborda el judaísmo desde perspectivas culturales, artísticas, históricas, cotidianas y religiosas.
La cita de esta jornada cultural comenzó a 10 hora el pasado domingo en las instalaciones de la Universidad Maimonides (Hidalgo 775) en el barrio de Villa Crespo, un lugar ideal para que más de 700 personas circularan alrededor de las 70 actividades que se desarrollaron en los cuatro pisos del edificio y que hacen foco en la multiplicidad de voces y el intercambio de ideas.
Limud BA no sólo es el nombre de este evento anual, sino que es una organización de voluntarios que existe en Buenos Aires desde hace ocho años, pero que nació en Londres hace más de tres décadas y funciona en 35 ciudades. Sólo aquí hay alrededor de 100 personas que promueven una profundización de los valores humanos y el intercambio de saberes.
La dinámica de Limud son charlas, mesas redondas, talleres y proyecciones sobre ejes temáticos como Israel y Medio Oriente; Arte y Cultura; Fuentes; Ciencia, tecnología e Innovación, Educación, Historia y Filosofía y Liderazgo y Comunidad. Así en cinco franjas horarios, la gente -programa en mano- selecciona su "sesión" favorita, con pausas de café para amenizar una tarde lluviosa.
"Limud quiere traer una mirada distinta, dar un espacio a un aspecto cultural del judaísmo, no es sólo lo religioso, sino una manera de vivir y con valores que uno pone en juego en todo como la música, el arte, la cocina, la política y la fe", dijo a Télam Judith Berenstein, que encabeza la comisión de voluntarios que organizan Limud.
"Es generar un espacio diverso donde todo conviva porque el ser judío tiene que ver con estas manifestaciones", agregó.
En cada itinerario, la gente -de todas las edades, pero mayormente adultos- pudo encontrarse con personalidades como Julián Weich, Alejandra Darín, Roberto Moldavsky, Daniel Rafecas, Pedro Saborido, Daniel Colodenco, Tzví Grunblatt, Gerry Garbulsky, Fabiana Kramarz, Baruj Zaidenknop, Diego Benenzon, Marisa Bergman, Santiago Bilinkis, Javier Sinay, entre otros.
Y las puertas de cada aula se abrieron para tratar temas que fueron desde "Mujeres reveladas y mujeres rebeladas" pasando por "Cómo seguir siendo judío, argentino, progre y no morir en el intento"; "Los judíos y el fútbol", "Noé, el del arca"; "Sigmund Freud y la conciencia judía" hasta "Las dos caras del judaísmo en la obra de Borges".
"Armamos el programa sobre ejes temáticos y la gente se propone para disertar. El criterio es dar lugar a nuevas voces. Este año se puso el acento en el rol de la mujer desde lo religioso y lo cultural; también hay un lugar especial a los 20 años del atentado a la AMIA con una muestra de arte y temáticas específicas para los jóvenes", resaltó la coordinadora.
Otro tema que trajo público y reflexiones fue el conflicto de Medio Oriente que, según Berenstein, hay que abordar "desde distintas miradas" porque "tratamos de promover la diversidad con disertantes que trabajan el tema, el lugar más importante es el respeto. Nosotros creemos que hay posibilidad de convivir, de ir para adelante y de respetar las individualidades".
Una de las charlas más convocantes fue la del juez Daniel Rafecas, titular del Juzgado Criminal y Correccional Nº3 de Capital Federal, quien presentó “Historia de la Solución Final”, su reciente libro sobre las etapas del exterminio de los judíos europeos por el nazismo, la Shoá.
"Es la primera vez que participo en Limud y satisfizo mis expectativas. A las 11.30 de la mañana de un domingo en pleno invierno se colmó la sala con 150 personas, hubo que dejar afuera gente. Fue óptimo, hubo intercambio de preguntas con el público y espacio para canalizar las inquietudes", contó Rafecas, cuyo libro publicado por Siglo XXI va por la quinta edición.
Este ensayo histórico, ubicado entre 1933 y 1945, intenta "explicar las razones por las cuáles se llegó a la Shoá", dijo el juez a Télam.
"Investigué durante cinco años para un tema que no se esperaba que tuviera tanta repercusión. Soy jurista y estoy convencido de que la Shoá fue un suceso de injusticia absoluta y desde ese lugar me ha generado siempre una gran sensibilización", aseveró.
Como un abanico que se abre para todos los gustos, minutos más tarde otra charla diametralmente opuesta tenía lugar en el segundo piso: "Los judíos y el fútbol" fue el nombre que atrajo a mundialistas, fanáticos e hinchas.
A cargo de este encuentro estuvo Marcelo Benveniste quien habló sobre "qué cosas pasaron los clubes y jugadores por ser judíos y las historias de clubes que no eran judíos, pero que se hicieron cargo de ese perfil, como el Ajax de Holanda -cuya barrabrava se hace llamar la "superjudía"-, el Tottenham de Inglaterra, o Atlanta, en Argentina".
Benveniste contó a Télam que "todo esto es atravesado por el antisemitismo en el fútbol y se cruza con lo que sucedió con los judíos durante la Segunda Guerra Mundial, lo que menos importaba era hacer rodar la pelota".
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