Sin cierres

El sábado a la noche, los que estábamos perdiendo el tiempo en las redes sociales nos encontramos con un volante publicitario de la juventud cordobesa del PRO. Llegamos a esta fina obra del arte publicitario porque un dirigente juvenil del PRO, Yamil Santoro, eligió voluntariamente tuitear una foto del flyer, diciendo que era “provocador” pero que “le gustaba”. Decir que Twitter entró en erupción sería ser discretos. Y la mayoría de las reacciones, para usar un eufemismo, no fueron positivas. En pocos minutos, muchas personas de ambos sexos se burlaron lo que a primera vista era una invitación a la castidad.

El sábado a la noche, los que estábamos perdiendo el tiempo en las redes sociales nos encontramos con un volante publicitario de la juventud cordobesa del PRO. Llegamos a esta fina obra del arte publicitario porque un dirigente juvenil del PRO, Yamil Santoro, eligió voluntariamente tuitear una foto del flyer, diciendo que era “provocador” pero que “le gustaba”. Decir que Twitter entró en erupción sería ser discretos. Y la mayoría de las reacciones, para usar un eufemismo, no fueron positivas. En pocos minutos, muchas personas de ambos sexos se burlaron lo que a primera vista era una invitación a la castidad.

Quiero ser clara: no hay que exagerar. Este es un afichito hecho (probablemente a pulmón y de manera voluntaria) por una agrupación juvenil cordobesa del PRO. Para nada podemos imputarlo a la campaña central del partido. No hay que leer demasiado en este ejemplo. Sin embargo, la imagen y el texto son tan densos de sentidos y ofrecen una condensación tan perfecta de nudos imaginarios sobre género, sexualidad e higienismo que al mismo tiempo estamos casi obligadas a comentarlo. Eso para no mencionar que el PRO y el gobierno de la ciudad de Buenos Aires parecen tener ciertas ideas problemáticas sobre el rol de las mujeres, a juzgar por una actividad para el día de la mujer (un día que recuerda un acto de violencia contra mujeres trabajadoras) que ofrecía clases de gimnasia, “pareja y sexo”, astrología, y sorteos. En un día establecido justamente para rememorar las barreras y la violencia que por siglos impidieron la entrada de las mujeres a la esfera de lo público, el gobierno de la ciudad identificaba el ser mujer con la esfera de lo privado de la recreación y del “estar linda”.

Si a esto le sumamos otra instancia en donde el gobierno del PRO del municipio de Vicente López invitaba para a una charla para el Día de la Mujer en donde supuestamente se iba a hablar de Eva Braun, la mujer de Adolf Hitler, como una “gran mujer”; el escándalo cuando autoridades del hospital Ramos Mejía hicieron la vista gorda a la filtración de los datos de una paciente que estaba en espera para un aborto legal y que fue acosada por organizaciones pro-gestación forzada dentro del mismo hospital; y las declaraciones públicas de Mauricio Macri diciendo que no les cree “nada” a las mujeres que se quejan del acoso callejero, no podemos sino concluir que el partido macrista no parece tener una gran cercanía o comodidad con temas de género.

En la imagen del volante sobre el SIDA, vemos el torso de un cuerpo femenino, aparentemente desnudo, de piel muy blanca, en toma frontal. La vulva tiene ingrado lo que aparenta ser un cierre relámpago, que se encuentra cerrado. Los dedos de la mano toman el cierre con firmeza, que tiene la cintita roja que es emblema de la lucha contra el SIDA. El texto dice “PROtegete. Sumate, se parte del cambio.”

Hay mucho para decir. El mensaje del afiche es al mismo tiempo concreto y ambiguo. Para decirlo rápidamente, no hay muchas maneras de interpretar la imagen visual más que “Mujer, cerrá tu vagina.” ¿Es entonces una referencia a lo que en Estados Unidos se denomina el paradigma de educación sexual “abstinence-only”? Este paradigma plantea que sólo la abstinencia, no el uso de preservativo, ofrece un 100% de seguridad? ¿Es eso lo que va a apoyar el PRO? Seguramente no. De hecho, leímos por ahí que junto al volante te entregaban tres preservativos.

Pero, si es así, ¿por qué no hay ninguna referencia al preservativo como protección contra el SIDA ni en el texto de los títulos ni en la imagen? Y, más importante aún, ¿por qué la imagen refiere sólo un cuerpo femenino? El SIDA afecta a ambos sexos por igual, sin embargo,el volante parece entregar la idea de que la responsable de proteger y cuidar es solamente la mujer. No vemos una imagen equivalente del cuerpo masculino atado o restringido en sus órganos sexuales. Esto no es sorprendente: como también sucede con los embarazos, con la gordura y la estética, y con los modos predicados de supuesta “buena” conducta sexual, el cuerpo que siempre ha de ser al mismo tiempo protegido en su pureza, determinado en su fecundidad y domesticado en su salud es el cuerpo femenino. La mujer es tratada como responsable de un trabajo de protección y autorevisión constante, agente de un autocontrol muy fatigoso. Como sucede con la limpieza de la casa en las propagandas, la mujer es siempre la única responsable.

Algunos decían en tuiter, “este afiche es sobre SIDA, no tiene nada que ver con sexo.” Freud, por no decir Foucault, seguramente reirían al escuchar esto. Es parcialmente cierto: el texto del reverso del volante (distribuido en las redes sociales por la juventud del PRO como manera de hacer control de daños) tiene una serie de frases mucho más convencionales sobre la prevención del SIDA: la necesidad de usar preservativo, que no se contagia con la saliva, y demás. Pero eso no resuelve el problema. Si la idea era hacer una campaña sencilla, ¿por qué elegir semejante imagen, sexuada a más no poder? Seguramente debían saber que iba a provocar controversia. ¿Nadie, de todas las personas involucradas (productores de contenido, diseñadores, correctores, imprenta) dijo “esto me parece demasiado jugado”? ¿Nadie dijo, “ese no es un cuerpo de mujer, es un cuerpo apenas adolescente”? ¿Nadie dijo “por qué mejor no usamos una pareja”? ¿A nadie le hizo ruido?

En definitiva, este volante, en sí, no es importante. Sin embargo, es otra instancia en donde se despliega un discurso que tematiza, discute, al cuerpo femenino y le dice, en definitiva qué se contenga.

Pero el dato más importante es la incredulidad y el furor que se desplegó sobre esta imagen. Tan así fue que el PRO de la Juventud de Pública se disculpó sobre la imagen elegida. Vimos en las redes sociales decenas de respuestas irónicas, sarcásticas, imaginativas: riffs sobre estas fotos, fotos de cinturones de castidad masculinos, todo tipo de chistes y metáforas. Fue, en definitiva, este ejercicio de la imaginación y la libertad la que me convenció de que en Argentina, por suerte, no vamos a poner cierres en ningún lado.

 


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