INFRAESTRUCTURA ESCOLAR

Detectaron una sustancia cancerígena en las calderas de una decena de escuelas porteñas

Un informe de la Defensoría del Pueblo advirtió que un 28% de las escuelas inspeccionadas tenía sus calderas en condiciones inadecuadas. En por lo menos diez de ellas se registró posible presencia de asbesto. El mismo material por el que la semana pasada sacaron subtes de circulación.

 Por lo menos diez establecimientos educativos de la Ciudad de Buenos Aires tienen posible presencia de asbesto –un material cancerígeno- en sus calderas, según reveló un informe de la Defensoría del Pueblo de la Ciudad. Además, un 28% de las escuelas inspeccionadas tenía sus calderas en condiciones inadecuadas.

El informe fue elaborado por la Dirección de Condiciones del Trabajo de la Defensoría, que relevó 61 establecimientos durante 2016 y 2017 (y continúa este año). En el 28% de los colegios visitados se detectó presencia de ese mineral o un mal funcionamiento de las calderas.

 “A partir del relevamiento en los años 2016/17 de 61 escuelas, 17 (28%) establecimientos deben ser revisados ya sea para retirar por la posible presencia de asbesto, o bien verificar el correcto funcionamiento de las calderas”, advirtió la Defensoría.

El asbesto está prohibido en el país. En los últimos días se desató una fuerte polémica en relación a este componente, a partir de la confirmación del Metro de Madrid de la presencia del material en los trenes vendidos a la Ciudad para la Línea B del subte. De hecho, tres formaciones fueron retiradas de circulación de forma preventiva.

Más de 56 países han prohibido el uso de este mineral. La República Argentina ratificó la posición relacionada a la prohibición del uso, fabricación y venta del asbesto en las Resoluciones del Ministerio de Salud de la Nación 823/2001 y 845/2000, y en la Ley 24051 de Residuos Peligrosos. En el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires rige la Ley 1820/05 que determina la prohibición de la producción, importación, comercialización y uso de fibras de asbesto, en su variedad anfiboles o crisotilo –tóxico (fibras suspendidas en el aire, que ingresan por vía respiratoria)– vigencia a partir del 1 de enero de 2006.

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