- Política
- 18.08.2017
CRUCE VERBAL
Macri y Frigerio salieron con dureza a criticar a la CGT
Tras la confirmación de la marcha que la CGT hará contra Cambiemos el martes, se tensó la cuerda entre el Gobierno y la central obrera. Las razones de la embestida y el futuro de la relación.
“Esperábamos de los gremios una actitud de decir ‘vamos a acompañar, para crecer por muchos años’, pero evidentemente ese grupo ha perdido la capacidad de escuchar y entender lo que pasa en la Argentina”, disparó el jefe de Estado en un contacto con la prensa tras recibir al presidente del Banco Mundial, en un mensaje en el que, al mismo tiempo, chicaneó a los dirigentes de la central obrera considerándolos un "grupo", pero además reveló que la hipótesis oficial es que las elecciones fueron tan exitosas para Cambiemos que los sindicalistas deberían haber depuesto su protesta.
Es que para Macri, al menos en público, la medida de fuerza fue una “sorpresa” ya que, hubo "elecciones el domingo, y la Argentina ratificó la vocación de cambio”, en alusión a lo que en Cambiemos consideraron un triunfo a nivel nacional en el marco de que el oficialismo fue la fuerza más votada, pero con un porcentaje exiguo que coloca una oposición de entre 65 y 70% del país.
El primer mandatario aseguró que la CGT “no toma en cuenta" lo que, según él, son buenas medidas "como gobierno". Y ejemplificó: "Tenemos al presidente del Banco Mundial diciendo que cree en nosotros”. En la misma línea se pronunció también Frigerio, que cuestionó la marcha que confirmó la CGT con dificultades para alcanzar unidad, al calificarla de "totalmente extemporánea" y de "un error", y atribuyó esta protesta a una "crisis de conducción" en las centrales obreras.
"En este momento, a tres días de la elección, ratificar una marcha me parece un error que tiene mucho que ver con la crisis de conducción que están viviendo las centrales obreras", disparó Frigerio en declaraciones a radio Mitre. Es "una marcha totalmente extemporánea", juzgó el funcionario, quien contrapuso las medidas que impulsó el Gobierno, entre las que destacó contar con "un INDEC recuperado".
"Si uno les pregunta a los sindicalistas con quién más tienen posibilidad de diálogo, no tengo dudas que van a decir con el gobierno de Mauricio Macri", dijo el funcionario, con intención de graficar que no debería haber una protesta. Y agregó a tono de chicana: "Yo creo que lo que está viviendo el sindicalismo es también una transición en su conducción, que me parece a mí que le hace cometer algunos errores, como por ejemplo una marcha totalmente extemporánea cuando la economía después de mucho esfuerzo se está poniendo de pie".
A la tensión interna en el triunvirato cegetista cada vez se suma más fuerte la presión en la relación entre la conducción obrera y el Gobierno. Llegado este punto en que el propio Macri cuestiona la legitimidad y la proyección futura de los dirigentes sindicales, la encerrona entre responder y potenciar las medidas de fuerza o no contestar la provocaciones ni salir a la calle se hace cada vez más explícita.
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