Micheli y Matassa “están defendiendo la caja, la ideología no se defiende a las piñas”

Por Sebastián De Toma

Militantes de ATE Capital denunciaron a la conducción de la CTA disidente, con Pablo Micheli a la cabeza, por las agresiones que recibieron durante un plenario sin temario que se llevo a cabo el pasado 15 de agosto –donde buscaban refrendar el paro general que ocurrió en el día de ayer-. De acuerdo al comunicado que publicó el Consejo Directivo de ATE Capital, quien comandó la violencia fue el Oso Pereyra, barrabrava de Boca y mano derecha de Rafael Di Zeo.

Nueva Ciudad mantuvo una charla con Alejandro Gianni, secretario Pro-Gremial de ATE Capital, para ahondar sobre lo ocurrido.

¿Qué ocurrió con Micheli durante el plenario del 15 de agosto para definir si iban o no al paro?

En realidad, lo que convocaron fue a un plenario sin temario. Nosotros lo que sospechábamos, como ya estaba lanzado el paro por Moyano y Micheli había dicho que iba a adherir, es que querían ratificar el paro sin discutir demasiado.

Entonces nosotros convocamos a todos los delegados de la agrupación nuestra, fuimos y nos encontramos que en la puerta habían puesto una acreditación con unos padrones – que nosotros no sabemos si eran truchos o no eran truchos, no sabíamos cómo estaban construidos - para que los delegados se acrediten con documento, cosa que en la convocatoria tampoco fue puesta. Que los delegados lleven documento para ver si podían pasar al Plenario o no. Es una locura porque en los gremios, en los plenarios, participa todo el mundo. Históricamente. Y en la puerta - para que entren de a uno - pusieron a patovicas que eran barrabravas conocidos. A partir de lo que vimos en los medios que eran más conocidos de lo que nosotros imaginábamos.

Eran barrabravas de Boca.

Claro. Cuando empezamos a entrar se armo una discusión y ellos nos esperaron a las trompadas. Nos empezaron a correr para atrás. Decían, ‘que no entren, que formen’. Y, bueno, los dirigentes que estábamos adelante fuimos los que recibimos todas las piñas. Nosotros queríamos negociar la entrada, discutir por qué había que entrar con documentación, cómo construyeron los padrones…

Encima ya había gente adentro. Había gente que no sabíamos si se había acreditado, no se había acreditado. A ver, el michelismo en la Capital - como viene perdiendo todos los debates - entra a hacer estas cosas de burócrata: acreditar la entrada, de filtrar ‘este pasa, aquel no pasa’. Las dos últimas asambleas de afiliados terminaron siendo fraude, metiendo gente que no era del sindicato a votar.

¿A quién le pegaron?

Estos patovicas-barrabravas me pegaron en la frente y me dejaron un chichón. Al Secretario de la Organización le pegaron en la boca y le partieron el labio, a Secretario Gremial lo tiraron al piso y lo patearon en el piso, el Secretario de Acción Social cobró por todos lados, a distintos afiliados también. Es una situación donde los tipos están defendiendo solo la caja, porque la ideología no se defiende a las piñas.

¿Tuvieron alguna respuesta a partir de todo esto por parte del michelismo?

No. En ese momento, el Secretario General de ATE Nacional, Julio Fuentes, cuando ve el quilombo que se arma baja desesperado y obliga a Matassa - el Secretario General de ATE CApital - a retirar a los patovicas. Ahí nosotros pudimos ingresar, pero directamente se escondieron, se guardaron en el Gremio. No dicen nada.

Y a partir de ahora, ustedes, más allá de hacer la denuncia a través de los medios, ¿tomaron algún tipo de medida?

Hicimos la denuncia a la justicia y también la denuncia en ATE Nacional, digamos, para que tome partido y haya una condena moral y política a que con barrabravas no se resuelven los problemas políticos del gremio.

En el momento que hubo lío muchos compañeros vieron como uno de los barras estos saca una faca, como amenazante. Cuando después charlamos decimos ‘bueno, la situación con Pedraza no debe haber sido algo muy distinto, ¿no?’. Los dirigentes mandan a golpear a los delegados que no expresan lo que ellos políticamente quieren, y estos patovicas - estos barras - van a hacer una tarea sucia. Es la lógica del sicario: son tipos que por plata hacen cualquier cosa. Encima tienen la protección política de un aparato gremial millonario, puede terminar en cualquier cosa.


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