Julio y Agosto: “hay cosas en las que nunca dejamos de ser hippies”

Por Sebastián Scigliano
De a poco, se fueron haciendo un nombre en la resbaladiza escena indie – folk, cuya laxitud, sin embargo, dicen que les queda cómoda, por eso de que es difícil definirlos. En ese camino, Julio y agosto se encontró con una repentina popularidad, por ser los responsables de una de las cortinas de Metro y medio, el programa de radio que conduce Sebastián Wainraich, uno de los más escuchados de la FM. De todas formas, ni eso hizo que abandonaran el paso a paso que, lento pero seguro, los trajo hasta acá. “Preferimos seguir así el tiempo que haga falta”, dice Marcelo Canevari, uno de sus miembros fundadores. De vuelta de una gira por Europa, presentan su tercer disco, Canciones del desastre, este sábado, en La Trastienda.

Son una banda de Crecimiento constante pero paulatino. ¿Qué significa en ese camino llegar a un escenario como La trastienda?

Sí, es cierto, crecimos de a poco. Ya tocamos en la trastienda, pero acompañados de otras bandas. Venimos recorriendo varios lugares de Buenos Aires, pero es la primera vez que tocamos en un escenario tan grande. Es un salto, es cierto, pero también es sólo un paso más, es como que nos arriesgamos sólo un poquito más que la vez pasada. No es que decidimos hacer esto de la nada.

Han manejado la carrera con cuidado, eso es cierto.

Sí, también me parece que la mayoría de los proyectos independientes funcionan un poco de esa forma; es muy difícil que una banda que no sabe qué convocatoria tiene, en realidad, se mande a hacer un escenario grande. Nosotros nos lo planteamos todo el tiempo, y ahora estamos re asustados, la verdad. Si bien llevamos gente, nunca sabemos bien qué va a pasar.

Sin embargo tuvieron cierto espaldarazo de popularidad, con la cortina que hicieron para Metro y medio. ¿Eso no los tranquiliza un poco?

Es raro lo de la radio, porque es cierto que de golpe nos popularizó, de alguna forma, o hizo girar el nombre, pero no sé cuál es la cantidad de gente que empezó a ir a las fechas por eso. Julio y Agosto sigue funcionando mucho de boca en boca, o en redes sociales. No sentimos una explosión después de lo de la radio, la verdad. Seguimos tocando en lugares chicos, siempre probando, y dando los pasos como si lo de la radio nunca hubiese pasado. Seguramente hay mucha gente que llegó a la banda por eso, pero no es que se nos llenaron de gente las fechas. Además, cuando pasó, ya teníamos una suerte de “carrera” hecha, y ya venía gente, que no es que se duplicó. Sí pasa que a mucha gente ahora le decís “Julio y agosto” y les suena de la radio.

¿Cómo definirías la música que hacen?

Nos cuesta mucho eso. En principio lo que decimos es que somos un septeto acústico, porque quizás una de las cosas más raras que tenemos es la formación, no tenemos “guitarra, bajo y batería”. Y eso te tira para un estilo. Supongo que cada vez estamos más amigados con el término indie – folk, que es muy amplio, pero sirve, porque sigue siendo muy difícil encasillarnos. Puede haber una milonga, o un vals, o cosas más rockeras, como en el último disco.

La dificultad para definirlos es real. En ese caso, ¿tiene sentido definirse?

Creo que la ausencia de género te limita en algún sentido, en ese de que identifiquen claramente. Pero también es cierto que están apareciendo
ahora bandas de este estilo; nos comparan mucho con Onda Vaga, por ejemplo, aunque más allá de lo acústico, no creo que nos parezcamos bastante.

El recorrido que hicieron sí es parecido.

Ellos sí dieron un salto en el que les fue bien y pudieron arriesgarse a hacer un Luna Park, por ejemplo, son claramente el proyecto exitoso de la escena.

¿Cómo les fue en la gira?

Fue increíble. Estuvimos un mes tocando, pasamos por 9 países, con 20 fechas cerradas de acá y tocamos un montón en la calle, porque por la formación acústica podemos hacer eso. Ya queremos volver el año que viene.

¿Volvieron al hipismo en Europa?

Es que hay cosas en las que nunca dejamos de ser hippies. Aunque una banda de gira siempre es medio así, y es hermosos eso.

¿Qué balance hacen del disco?

Estamos muy contentos. Quisimos probar cosas nuevas, algo más rockero, en cierta forma. En principio, no lo grabamos en estudio, sino en una casa, y además no fuimos con todos los temas cerrados, sino a la espera de ver qué pasaba ahí. Y nos gusta el resultado, más “desprolijo”, un poco más despojado.

Sin embargo, si se escuchan los tres discos, en este se nota una evolución del sonido, como más confiado.

El modo de grabación era más “hippie”. Pero llegamos muy confiados, es cerito, y eso se nota. Es un disco mucho más relajado en todo sentido, respecto de los anteriores. También probamos otro tipo de mezcla del sonido, con la base un poco más fuerte, la percusión más presente, en ese sentido es más rockero. La idea que teníamos antes de empezar a grabar está reflejada en el disco.

Hablamos antes de la Independencia. ¿Qué ventajas y límites le encontrás?

La verdad es que no sé cuáles son las limitaciones que te pone estar un sello; sí hablé con bandas que están y están a las puteadas con cosas como que van a grabar un disco, proponen un cantidad de temas y se los empiezan a recortar, ponele, y no les copa. Yo, de esa forma, no me imagino trabajando. Tocamos para hacer lo que nos gusta. Si tenemos que renunciar a eso, no lo haríamos. Sí entiendo que a la vez eso te da más facilidades, pero también tenemos una forma de trabajo que nos copa; ensayamos y tenemos reuniones de producción en las que las pasamos bien, también. Disfrutamos de la parte de tocar y de eso otro también. No me imagino cediendo en nada de eso, prefiero seguir paso a paso el tiempo que haga falta, pero siempre trabajando así. No estoy esperando que la banda explote, porque además hacemos algo difícil de definir, y mucha gente por ahí le gusta más la cosa más encasillada. Yo me tomo un taxi con el contrabajo, ponele, y un poco les molesta que no sepa cómo definirles qué hacemos, medio que piensan que los estoy boludeando cuando les digo que no sé cómo explicarlo. Además, como tampoco es que tengo otras bandas famosas de referencia, es peor.

¿Qué expectativas tiene para el show?

Estamos muy contentos con lo que estamos preparando. Estamos ensayando con un cuarteto de cuerdas, aparte estamos invitando a Los reyes del falsete, a Santi y los trovadores, todos amigos que nos gusta lo que hacen, y nos encanta compartir el escenario con ellos. Por lo único que estamos asustados es por la cantidad de gente.

Y esta vez, sin famosos, como dicen en el Facebook.

Sí, je, sin famosos, esperamos que nos vaya bien igual.


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